14/ Cambios. ¿Amigos? Perdón.

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Me levanto apagando de un manotazo el pequeño despertador que se encuentra en mi mesa de luz.

Voy al baño perezosamente y me veo en el espejo; me sostengo del lavamanos, y suspiro mientras observo mi rostro.

Me baño rápidamente porque tengo que asistir al colegio en pocos minutos.

Bajo con mi mochila colgada en un hombro y por primera vez en ésta casa, mi nariz recibe un rico olor a café y galletas. ¿Está papá? No puede ser, él nunca se queda por las mañanas.

Llego a la cocina y me sorprendo.

-¿Ma...?- Pregunto abriendo la puerta.-

Ella se da vuelta y al verme me sonríe. Tiene puesto un delantal blanco y su cabello está recogido en un coleta. Sus dedos están embarrados en harina y agua.

- Hola linda.- Me dice y yo no puedo estar más confundida.-

-¿Qué te pasa?-

- Hago galletas y un poco de café para tí. - Dice volviendo a amasar. -

-No, no. Sabes perfectamente a lo que me refiero.-

Ella suspira, y coloca sus manos en la mesada, sosteniendose.

- Quiero volver a empezar, ¿Bien? Sé que hice mal, todo el tiempo. Y que es muy poco probable que llegues a perdonarme... Pero me he puesto a pensar, en que de verdad me necesitas...- Susurra. - Todos estos años te he ignorado, y me siento muy mal por ello...-

-No te preocupes.- Interrumpo.-

- No... Realmente quiero volver a empezar contigo, quiero saber qué es lo que pasa con mi hija, también quiero que confíes en mí, pero es casi imposible. Mejor tarde que nunca... Me arrepiento tanto Jenna... no te imaginas cuanto lo hago. Necesito darte de mi amor maternal que estoy segura que lo extrañas, y yo necesito el amor de una hija.- Dice con sus ojos aguados. - Una...Una madre nunca abandona a su hija. - Dice limpiando una lágrima de su mejilla.-

Yo estoy estupefacta, sin saber que decir o que hacer. Trago saliva y le tomo sus manos.

- Tranquila... No te preocupes por eso, yo también necesito que me des tu cariño. Y realmente te necesito en mi vida más que nada. -

Mi madre sonríe y me abraza tomándome por sorpresa... y al instante le correspondo.
Se siente tan bien, éste abrazo es diferente, me demuestra que en realidad está arrepentida y que quiere volver a empezar conmigo... y por supuesto, yo no me voy a oponer ante su decisión, ya que es mi madre y necesito de su amor.

Y tal vez... mis días ya no sean oscuros como antes.

- Te juro que no te vas a arrepentir.- Me susurra al oído mientras me acaricia el cabello.-

Sonrío sin fingir sentimientos y me siento rara pero...es un sentimiento agradable.

- Ven pequeña, te preparé café y algunas galletas.- Dice mientras lleva una bandeja al comedor.-

Yo la sigo, y recién me doy cuenta que la cocina está totalmente cambiada y con más vida que antes.

-¿ Le haz hecho algo a la cocina? - Pregunto.-

- Lo iluminé más, limpié los muebles y coloqué accesorios. Está lindo, ¿verdad?-

- Sí. - Digo con una sonrisa.-

- Hoy planeo renovar el living y comedor, voy a limpiar toda la casa, para comenzar de cero...- Dice felizmente con una sonrisa de oreja a oreja.-

- ¡Qué bien! Eso hacia falta aquí.-

Mi madre asiente y con una sonrisa maternal me dice

- Creo... creo que nos llevaremos bien a partir de ahora.-

Sonrío sin mostrar mis dientes y empiezo a comer.

(...)

Llego al colegio con una sonrisa en mi rostro, es raro que me vean así, pero realmente siento que todo cambiará a partir de hoy... y por primera vez, llego con buen humor al instituto.

Hasta mí ropa lo delata... llevo un Jean rasgado en las rodillas, una blusa suelta blanca y creo que me queda mejor que lo oscuro.

Hoy pienso pedirle disculpas a Niall por mi mal comportamiento en el día de ayer. La verdad es que no se lo merecía, y él solo trató de ayudarme.

A veces me odio a mi misma por alejar a personas que quieren ayudarme de verdad, también por no hacer lo mismo cuando me molestan y me dejan en ridículo, pero ya no más.

Ya no dejaré que me traten como se les da la gana, ellos no son nadie para retarme, humillarme o molestarme.

Aún queda algo de esperanza en mí.

Camino por los pasillos del instituto buscando a esa cabellera rubia por todos lados.

Mis compañeros me miran raro, y era de esperarse... ¿Yo usando ropa de color claro? ¿Y sin mi capucha? Es un gran logro para mi.

Cuando estoy más de cinco minutos buscándolo, me rindo y me dirijo hacia el salón a paso lento y tarareando una canción.

Al entrar veo que no hay casi nadie en el salón, solo unas tres personas haciendo nada, sentados en sillas... Como siempre, yo llego temprano.

Mis ojos se desvían hacia una persona con la cabeza recostada en la mesa y los brazos al rededor de ésta, escuchando música con auriculares, y se nota que se ha quedado absolutamente dormido.
Al instante reconozco a aquella persona.

Me siento a su lado sin hacer ruido y lo miro detenidamente, al ver que se remueve en su silla, le toco el hombro pero parece no percatarse, así que lo muevo bruscamente.

- Hola.- Digo sonriente.-

Niall me mira con sus ojos entrecerrados por que recién se despierta y con su puño se rasca uno de los ojos.

- Hola Jenna...-

- Ey.- Susurro. -

- E-Estás diferente hoy.-

- Oh, si.- Río levemente.- Vine con buen humor.-

Él hace una mueca y se recuesta nuevamente.

- Niall... yo tengo que decirte algo. -

- ¿Si?- Pregunta mientras su cabeza es sostenida por su mano.-

- Bueno... yo no quería... es decir, ayer me enojé y no quería...- Murmuro.-

Él ríe y yo lo miro extrañada.

-¿De qué te ríes? -

- Ya sé lo que quieres decirme. Fui yo el que no respetó tu privacidad en ese momento.-

- Pero no era mi intensión tratarte de esa manera, ¿Sabes? -

- Lo sé. -

Levanto mi mirada.

- Entonces... ¿No estás enojado conmigo?-

- No. Jenna yo fui el que metió sus manos en donde nunca lo llamaron, era lógico que te ibas a enojar y comenzarías a gritarme, suelo ser un imbécil a veces... pienso que tuve que esperar un tiempo para que tú misma me digas tus problemas, o esas cosas. - Suspira.- Creo que primero tengo que ganarme tu confianza. -

Apreto mis labios y luego le sonrío.

- Está bien. - Susurro. -

- ¿Buena esa? - Pregunta de inmediato con su puño arriba.-

Suelto una risa y pego mi puño con la de él.

Brands of life |N.H| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora