38/ ¿Tú?

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No sé cuál es su nombre, pero no podría olvidarme de su rostro, éste maldito fue el que golpeó hasta dejar desmayada a una chica de mi misma edad, fue tan atroz, y ahora mismo no quiero pensar en lo que va a hacerme si llega a atraparme.
Son cosas que no sabes si algún día podrás superar.

-¡Muévete si no quieres que te asesine ahora mismo!- Grita de inmediato, apuntandome con un arma. Mi corazón quiere salirse de mi cuerpo, me siento tan aterrada.

-¿¡Quieres morir!? ¿¡Eh!?- Interroga acercándose amenazadoramente, rápidamente doy unos pasos hacia atrás negando con  la cabeza totalmente anonadada. Agarra mi brazo y salimos de la habitación, lo que veo cuando estoy fuera es un total desastre, absolutamente todos están alarmados, tirados en el suelo siendo vigilados por una gran cantidad de armas.

De un segundo a otro, una gran cantidad de policías equipados entran violentamente, y un tiroteo se desata, lo único que hago es agacharme para que las balas no pasen por mí.
Sigilosamente el tipo tira de mi brazo saliendo del establecimiento, yo solo trato de forcejear pero claramente en imposible, si quiere puede matarme en éste instante, pero al parecer me quieren viva.

Repentinamente el apretón se hace muy ligero y siento mi brazo libre, entonces mi mirada se dirige hacia mi costado, encontrándome con el oficial. Un fierro sostiene en su mano, que anteriormente fue destinado con mucha fuerza a la cabeza del tipo, que ahora está tirado en el suelo.

-¿Qué estás esperando? ¡Huye!- Me grita el oficial haciéndome salir de mi trance, pestañeo un par de veces y lo que primero se me viene a la mente es la palabra "Corre". Y así lo hago, de nuevo a correr, pero ésta vez no voy a volver.

Las calles como he de esperarse no están desérticas, pero tampoco hay mucha gente, y los que hay solo me miran con los ceños fruncidos, yo haría lo mismo si veo a una persona corriendo desesperadamente con policías y otros en un tiroteo de fondo. Ahora la pregunta aquí, es ¿A donde voy? No tengo algún refugio, y si eso es poco, tampoco puedo comunicarme con los demás. 

Mis piernas dejan de moverse para poder mirar hacia los dos lados, ya que la calle se corta y hay un muro gigante de ladrillos, a los costados sólo hay unos pasillos formados por las paredes de unos edificios, puedo observar ropa colgada de algunas sogas para que puedan secarse, perros chiquitos salen a los balcones para relajarse y demás, como una vida "normal."
Me siento en el suelo con la respiración agitada, recargo la espalda en la pared y cierro los ojos, tranquilizandome y pensando en cómo voy a volver a mi país.
Separo mis pestañas para poner atención a una conversación, en realidad no exactamente, sino que a las voces de esos sujetos, se me hacen conocidas y lo que pido es que no sean las personas que yo estoy pensando; me asomo con precaución y lamentablemente mis pesadillas se hicieron realidad.

La vista de aquellos hombres se posan en mi y cuando se dan cuenta de quién soy, abren los ojos y comienzan a acercarse rápidamente. Me levanto de casi un salto y comienzo a correr con todo lo que mis piernas me dan.

Hecho un vistazo hacia atrás, ellos siguen corriendo detrás de mí y están más cerca de lo que pensé. Doblo en una esquina para poder perderlos, pero en vez de eso, choco con alguien y caigo al suelo de rodillas, la preocupación por esos tipos es mayor, ya que no me di cuenta que raspé las palmas de mis manos al caer. La persona con la cual choqué se encuentra parado delante de mí, a sólo unos pasos.

-¿Jenna?-

Esa voz... sólo yo podría reconocerlo tan fácilmente. Él se coloca de cuclillas, pero yo tengo la mirada clavada en el suelo, tengo miedo... miedo a que solo esté imaginando voces por estar desesperada. ¿Y si no es él?

-Jenna por dios.- Dice susurrando con un hilo de voz. Levanto la mirada y el tiempo parece detenerse. Lo miro sorprendida, con los ojos abiertos sin poder creer que está frente a mi. Sin pensarlo dos veces me lanzo a sus brazos, me aprieta fuertemente, y yo aspiro su aroma, sin embargo, recuerdo a los dos tipos que venían persiguiendome, sorpresivamente no me han encontrado, lo que agradezco.

Brands of life |N.H| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora