Ya se acababa el colegio, iríamos a institutos diferentes por desgracia, era triste y estaba aterrorizada, justo cuando por fin encuentro a chicas que me entienden y me quieren pasa esto, yo iría a San Isidoro y ellas a otro, tenia que aceptarlo y eso hice.
La despedida fue agridulce y hubo muchas lágrimas, era tan jodidamente horrible.Primer día de Instituto
Estaba asustada no sabía a quién me iba a encontrar, muchas personas de mi colegio estarían allí y era extraño, llegue y vi un puerta de hierro llena de gente, tome aire y entre, de nuevo estaba sola hasta que alguien dijo mi nombre.
Xx: ¿Sonia?
Me di la vuelta y la vi, era Alicia, pero ¿que hacia aquí? La abrace sin dudarlo.¿Qué haces aquí?-dije-
Al final no me aceptaron en el otro instituto y me tuve que venir a este, pero ya veo que no ha sido tan mala suerte después de todo-dijo Alicia-Estuvimos hablando hasta que nos dimos cuenta de que íbamos a diferentes clases, el miedo volvió.
Como era de esperar me quede sola en clases, no tenía a nadie, era una mierda.
Se terminó el día en el instituto y sólo nos hablaron de horarios, clases, asignaturas y profesores.
Llegue a casa y vi a mi madre dormida, como siempre, mi padre todavía no había llegado de trabajar, y al parecer el único que se ponía contento al verme era mi perro Troy, era mi mejor amigo y lo sigue siendo. Entré a mi habitación, deje la mochila, puse música y para desahogar todo lo mierda que me sentía empece a cortarme, el tema de la autolesión empezó a los 12-13 años, pero pensaba mucho antes en suicidarme, desde que pasó todo de pequeña empece a ser muy insegura, mi autoestima roza el suelo y no se protegerme por mi misma, está es la única manera que tengo de sentirme viva, si no fuera por esto creería que realmente estoy muerta, pero el ver sangre caer me hace sentir mejor, como un alivio, empece a tener depresión y ansiedad a los 13 y desde entonces nada a sido igual, mi madre me odia y mi padre pasa de todo, también vómito o no suelo comer, mi físico no es el mejor la verdad, cada vez me veo peor y peor como sí yo nunca fuera a mejorar, siempre me compararon con otras chicas y eso joder, dolía mucho, era como decirme que como yo era no valía una mierda.
En fin, me la pasaba cortándome y llorando, cuando salía de mi habitación es cuando sonreía y era "feliz".
ESTÁS LEYENDO
La chica triste
LosoweSonia es una chica no muy común, no sigue modas ni le gusta hablar de chicos, desde pequeña ha sido víctima de acoso escolar y por ello ha pasado cosas horribles en su vida, pero lo que ella no sabe es que alguien le hará creer otra vez en la humani...