Otra vez el instituto, estaba bien, pero, me volvieron a cambiar de clase, ¿que cojones le pasaba a la directora? No podía dejarlo todo como estaba, mire cual sería mi nueva clase y entre, sólo vi a una chica que conocía, se llama Josefina, y es muy kawaii ella, es, que decir, la típica chica que todos los chicos quieren pero a ella se la suda, me senté con ella y empezamos a hablar, realmente no recuerdo de que, pero hablamos y nos reímos, es agradable, pero no tanto como ella, eso está claro, se que soy pesada, pero estaré todo este tiempo comparándolo todo con ella y cualquier cosa se quedara en poco al lado de ella, ¡por que tuviste que irte!
Ya nos dieron el horario y todas las mierdas que nos hacían falta para empezar un nuevo año en el mismo infierno, hoy sólo era ir a recoger y conocer así que me volví a mi casa, entonces alguien toco mi hombro.
Samuel: Hey Sonia, vamos a ir a comer aquí cerca, ¿vienes?
Era Samuel, un crió alto, con el pelo largo y un poco afeminado, no me caía nada bien, lo había visto un par de veces porque es amigo de una amiga, pero nunca me transmitió nada bueno, al parecer a Josefina sí porque iban muy juntos.Sonia: Gracias, pero no, tengo cosas que hacer -eso le dije con una risa un poco muy falsa-
Asintió con la cabeza y se fue con todos, parecían un rebaño de ovejas siguiendo a su pastor.

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La chica triste
RandomSonia es una chica no muy común, no sigue modas ni le gusta hablar de chicos, desde pequeña ha sido víctima de acoso escolar y por ello ha pasado cosas horribles en su vida, pero lo que ella no sabe es que alguien le hará creer otra vez en la humani...