El Alpha

Capitulo 6

Al llegar al hotel estaba más que desesperado, no estabamos borrachos, ambos lo sabiamos, sabiamos lo que estaba por suceder y las consecuencias de nuestros actos pero no me importaba, la quiero a ella, aqui, ahora.

Al llegar a su habitación la lleve cargada hasta la cama, sus piernas se abrieron dejandome espacio, jesús esto es tan fantastico. Bese su cuello justamente donde la habia besado antes. Mia.

El pensamiento de alguien mirandola me entro de repente. Solo mia.

-Mia -gruñó mi lobo.

-¿Estas segura Aleska?

La nombrada me miraba con deseo y cariño. Su mirada segura.

-Lo estoy, quiero que seas el primero Kyler. Solo tú.

Observandola ahi, en la cama, entregandose a mi me desespero, le quite la ropa con rapidez, hice lo mismo conmigo. Sonrei al notar como admiraba mi pecho, luego mi abdomen para finalizar en mi entrepierna, sonrojada aparta la mirada, una ola de exitación me llego cuando la vi mirarme con deseo, sin aguantar más le hice el amor como nunca, jamas habia tenido relaciones de este nivel, sus besos, su cuerpo, su olor, la electricidad que recorria nuestros cuerpos cada vez que chocabamos y nos juntabamos era algo inigualable. Toque sus perfectos pechos, sus mejillas, sus piernas, toda ella. Aleska no se quedo atras, me acariciaba volviendome completamente loco. Entre en ella y nos llene a ambos, la obligue a mirarme en cada momento, observando sus bellos ojos le quite lo más preciado para ella, su virginidad, ahora es mia. Solo mia.

Tratando de no ser muy rustico termine con ella, temblando ambos por nuestro final.

-Mia -ordene

-Tuya -respondió ella.

Ambos lo sabiamos.

-Dejame marcarte -le pedi.

Aleska me observo dudosa y luego asintió.

Algo en mi se alboroto.

Ella ya no tenia dudas, claro, de forma obvia ella tiene que acostumbrarse a mi, a mi manada, a todo esto, pero ella ahora me esta dejando entrar, ella quiere intentar esto.

-No hay vuelta atras. -le recorde.

Sus ojos gris azulados me observaron satisfechos.

-Quiero esto.

Asenti y acaricie sus mejillas para calmarla.

Me acerque con delicadeza a ese hermoso y sensual cuello, el cual ahora esta cubierto por una rica y fina capa de sudor. Bese y lami justo sobre su vena, sabia a vainilla, exquisito.

Con lentitud abri mi boca y la mordi, haciendola completamente mia.