El Alpha

Capitulo 13

PDV Kyler.

Pasaron algunos días, en los que nos fuimos de la casa, y nos hospedamos en un hotel, realmente cualquier lugar se me hace más seguro que esa casa.

Además, no quería seguir quedándome en la manada de O'conner, aprovechando su hospitalidad, ya que él me ayudaba a investigar la sangre de aquel asqueroso brujo.

Luego de investigar como locos aquel olor, conseguí guardarmelo firmemente, por si un día llego a encontrar ese jodido brujo lo mató por siquiera poner su sangre sobre el hermoso cuerpo de mi mate.

Aleska.

Luego del horrible incidente, las horribles palabras y el muy seguido recuerdo de ella ensangrentada, las cosas no siguieron igual.

Aleska casi no habla, no come. Solo duerme. No le pregunté nada sobre lo que dijo, nada. Simplemente le estoy dejando su espacio, ella lo merece. Da igual que me estén matando los nervios, la dejare tranquila. Lo necesita.

Josep es un caso aparte. Cuando regresó se excusó, dijo que fue a cazar, y sin duda alguna, no le creo nada.
Tengo a varios... hombres vigilandolo. No puedo seguir arriesgando la seguridad de Aleska.

Mañana saldría a investigar los bosques, encontrar algún indicio del paradero de ese ser es mi prioridad.

La respiración pausada de Aleska detuvo mis pensamientos guiados a una muerte segura de aquel brujo.

-Kyler, quiero irme de Italia.

Cerré los ojos fuertemente. Me lo imaginaba ya, sólo no quería escuchar eso.

-Aleska ¿que fue lo que ocurrió?

Ella sin embargo no contestó.

Estos cinco días desde lo ocurrido solo sucede lo mismo. Pregunto y pregunto pero nada, ella no quiere revelar los sucesos de ese día.

-Quiero irme -su voz temblorosa se hace escuchar- no quiero seguir acá, necesito seguir con mis viajes.

-Aleska, estas en peligro, ya te dije lo que sucedió, alguien te llenó de sangre y aun no sabemos el motivo.

Ella se levantó de la cama y se acercó a la pared dónde yo estaba recostado.

-Puedo decirte lo que quieras pero no recuerdo nada valioso para ustedes y su investigación, si tan peligroso es, dejen que vuelva a mi vida normal.

Ella ya no tenía una vida normal.

-Josep está en la casa, Aleska, no puedes irte. Él podría seguirte.

-Él no es un peligro para mí -alzó la voz y me observó amenazante- él no hizo nada, confío en él.

Si ella supiera los planes de ese perro, entendería. Pero no puedo lastimarla más.