Me voy corriendo a casa de la abuela —gritó ____ desde el vestíbulo
mientras se ponía las zapatillas de footing—.
Las veo allí, ¿vale? —Te esperaré en la puerta con una medalla de oro y un coro que cante el himno nacional —bromeó la señora Gunther, asomando la cabeza por la puerta de la cocina—.Pásatelo bien.
___ descendió tranquilamente la calle que llevaba al bosque y no empezó a correr hasta que la rodearon los árboles. Era una preciosa mañana de sábado y el bosque estaba tranquilo y en calma, pues no oía más que los sonidos habituales de la naturaleza y los rítmicos latidos de su corazón. Por eso le encantaba correr por el bosque: en medio de la calma, siempre se desvanecían sus preocupaciones.
Para ella, era como meditar. _____ se salió del camino marcado y corrió entre la maleza hasta llegar al pie de su roble. Se apoyó en el tronco y ralentizó la respiración mientras abría la botella de agua que llevaba en la pequeña mochila. También cargaba con ropa limpia para poder cambiarse después del ejercicio, así como con el boletín de calificaciones finales, pues su abuela aún desconocía lasnotas con las que _____ se había graduado.
En todas las asignaturas había sacado muy buena nota, pero con las que ____ estaba más satisfecha era con las de Música: tenía la calificación más alta de la clase gracias a la canción que compuso.
Si Jeongmin supiera que estaba dedicada a él... lo más probable es que se partiera de risa. Con dulzura, tarareó la melodía para sí y se sintió enormemente sola mientras apoyaba la cabeza en la agrietada corteza del árbol.
Por encima de su cabeza, las hojas susurraban en el repentino viento, como si el bosque le respondiera con otra canción. En la distancia, gorjeó un pájaro.
Tras varios minutos rememorando, ____decidió dar por terminado el descanso. Se puso en pie y estiró las piernas mientras guardaba la botella de agua, tras lo cual se sintió los músculos firmes y calientes.
A buen ritmo, recortó entre la maleza para continuar por el camino de tierra que atravesaba el bosque; quince minutos después, llegó al final de la arboleda junto a Eichet.
La carretera principal que llevaba al pueblo estaba desierta, por lo que _____ corría por el centro de esta y sus zapatillas golpeaban el asfalto como un manso mantra.
En el calor de aquella mañana de finales de junio, sentía el límpido sudor en la piel, el vigor que le recorría todo el cuerpo. Era justo lo que necesitaba: correr siempre la había revitalizado tras gastar todas sus fuerzas en las preocupaciones del día a día y últimamente le habían estado chupando demasiada energía.
Jeongmin diciéndole: «Ya nos veremos».
La voz de su padre que se mezclaba con las palabras de Jeongmin: «Vendré a visitarlas siempre que pueda».
Promesas que no valían nada.
Su mejor amiga, Gaby, era un soplo de aire fresco a ese respecto; siempre había sido totalmente sincera y ni se molestaba en andarse con rodeos. Cuando ____ y Gaby se conocieron en el instituto, Gaby ya tenía la costumbre de vestir de forma estrafalaria y llevaba a todas partes una mochila negra decorada con parches de Placebo y Nirvana, a pesar de las reprimendas de los profesores.
—No me importa sentarme contigo —declaró Gaby a una tímida _____ en su primer día de clase y dejó caer su vieja y andrajosa mochila en el pupitre—.
Eres laúnica persona de la clase que no parece una falsa.
— ¿Cómo...? ¿Cómo losabes? —preguntó ____, algo desconcertada.
—Tus ojos me dicen que no te gusta la gente, así que tampoco te molestas en mentir. No eres una falsa.
De inmediato, _____ se sintió protegida por el comportamiento exagerado y rebelde de Gaby en clase. Más tarde, Gaby le confesaría que ella también se sentía segura con _____ porque rezumaba paz y tranquilidad. Los padres de Gaby eran extrovertidos y ruidosos, contaban con un gran círculo de amistades y casi no tenían tiempo para estar con sus dos hijas. Tamara se había adaptado y desempeñaba el papel de la hermana mayor responsable, que nunca había supuesto una carga para sus padres; sin embargo, Gaby se mantuvo en sus trece y decidió vestirse como las estrellas de rock a las que adoraba y a las que sus padres aborrecían.
A pesar de todo, Tamara y Gaby se llevaban muy bien. _____ giró la esquina y avistó a su abuela, que la esperaba en el jardín.
—Date prisa, ______ —gritó—. Que se te enfría el té. Su madre y su hermana habían ido en bicicleta y ya estaban en el salón, tomándose el té con un trozo de bizcocho de jengibre. _____ le dio un beso a su abuela en la mejilla y, al entrar en la casa, se quitó las zapatillas en el vestíbulo.
—Voy a lavarme —jadeó y subió las escaleras de dos en dos.
El agua de la ducha se calentó rápidamente, así que solo tardó diez minutos en ducharse y regresar a por su té y bizcocho.
— ¿Tienes algún plan para este verano? —Curioseó su abuela—. Al fin y al cabo, tienes tres meses libres. ____ se encogió de hombros.
—No lo sé.
Supongo que podría buscarme un trabajo. Su madre no tenía dinero parallevarlas de viaje. _____ contaba con pasar las vacaciones en Salzburgo, pero ahora que había llegado el verano, los tres meses que tenía por delante parecían interminables. No empezaría la universidad hasta primeros de octubre, de modo que tenía todo el verano para conseguir un empleo y ahorrar algo de dinero, pero lo cierto es que no le entusiasmaba la idea.
El año anterior se volvió loca de atar tras solo dos semanas preparando pedidos en una rancia fábrica de ropa.
—Axel me dijo que se iba a Londres —comentó su abuela—. ¿No se fue la semana pasada? ____ negó con la cabeza.
—Florian se puso enfermo, así que han pospuesto el viaje.
— ¿Y por qué no te vas con ellos? Así puede que te animes.
____ bajó la cabeza y sintió que la habían pillado: su abuela tenía un sexto sentido para estas cosas. Siempre que le sucedía algo, su abuela no tardaba en averiguarlo.
—Estoy bien, gracias —respondió para no preocupar a Anne y a su madre. Rápidamente rebuscó en su mochila el boletín de calificaciones.
—Toma, mira mis notas. Su abuela se rio entre dientes y ____ no pudo sino sonreír ante lo estúpido de su comportamiento: parecía como si quisiera probar que su vida era fantástica solo porque había sacado buenas notas.
—_____ ha sacado la mejor nota de la clase en Música —dijo Anne mirando a su hermana con orgullo—. Tocó una de sus canciones.
— ¿Por qué no se la tocas a la abuela dentro de un rato? —propuso su madre. Genial, iba a tener que tocar la tristemente famosa canción que le recordaba a aquella persona en concreto a la que quería olvidar.
—Sí, pero déjenme que me acabe primero el té —se quejó. Cuando ____ se escapó al jardín trasero después del té y de la actuación musical a la que era tan reticente, su abuela la siguió y ajustó su paso al de Julia en la senda de los rododendros.
—Mi querida _____, ¿qué te pasa? —preguntó con dulzura.
____ suspiró:
—Nada, de verdad. Solo... tengo que olvidarme de cosas que debería haber olvidado hace mucho tiempo.
—Se dejó caer sobre un banco situado entre dos grandes arbustos.
— ¿Cómo se llama? —preguntó la anciana tras un momento de silencio.
—Jeongmin. —susurró ____, con la voz agarrotada en la garganta.
— ¿Esa canción se la escribiste a él?
¡Regrese, denle amor plox! nos vemos.