Tres compañeros

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Lo próximo que recuerdo a ese día fue que desperté con los ojos hinchados de tanto llorar.
Regresé con Mark para ver si estaba despierto.
Cuando llegue con el, estaba despierto e incluso podía caminar.
-Oye, ya estás bien?- me preguntó mientras me volteaba a ver
-Eh?... Ah... Si, mejor que ayer, pero que hay de ti? Estás bien? Cómo lograste levantarte?-
-Bueno, pues hoy desperté y no sentí dolor alguno así que revise mi pierna y, sorpresa, no tenía ni una marca! No sé qué pasó, pero gracias a dios!-
-Haha, si! Pero bueno, crees que deberíamos salir?-
-No lo sé... Tenemos suficiente comida aquí como para 2 o 3 semanas, no? Creo que deberíamos esperar un poco.-
-Bueno, pues, iré a asomar la cabeza para al menos saber si es de día o de noche-
-Amigo, es de día, si hay algo que nunca me hace falta es un reloj!- Mark levantó la manga de su chaqueta y mostró un reloj que parecía bastante caro-
-Wow Mark! No sabía que tenías un reloj! Y menos uno tan fino-
-Haha, me lo dio mi padre antes de morir... Desde entonces no me lo he quitado casi para nada... Es lo único que dejó... Eso y un agujero en mi corazón.-
Me acerqué a Mark y con un brazo compense a darle palmaditas en la espalda para consolarlo.
-Tranquilo, te entiendo...-
-Si, bueno, al menos no lo perdí en todo el caos! Cuando lo uso siento que el está conmigo...-
-Si... Este caos no está quitando muchas cosas.-
Ambos guardamos silencio durante unos segundos hasta que Mark, sacudiendo se la tristeza dijo:
-Bueno, son cerca de las 6:30 AM. Que quieres para desayunar? Haha-
-Haha, dígame joven, que hay en este distinguido restaurante?-
-Bueno, tenemos comida en lata, gustaría probar?-
-Mi paladar está ansioso! HAHAHA-
-HAHAHA-
Era reconfortante reír en cualquier momento ya que con todo lo que pasaba, era difícil distraerse con otra cosa que no fuera caos y destrucción

Después de unos minutos de haber terminado de comer, Mark y yo nos sentamos al lado de las vías y comenzamos a hablar hasta que escuchamos voces en uno de los túneles de el metro.
-Vamos, hay que escondernos, pueden ser hostiles- le dije a Mark.
-Pero y si no? Amigo, no todo es peligro! Quizás solo sean supervivientes que buscan a más gente!-
-Y si lo son? Mejor no arriesguemos-
-Ah, está bien, vamos
Mark y yo recogimos todas nuestras cosas y las metimos en las mochilas.
Mark se escondió debajo de una banca y yo detrás de una máquina expendedora llena de dulces rancios.
Una ves que nos escondimos, vimos como 3 personas salieron del túnel con armas y linternas.
Uno de ellos llevaba un paliacate en la cara, otro llevaba una máscara de hokey y otro llevaba unos lentes y una gorra.
Voltee a ver a Mark y con señas le dije que no se moviera.
El, igual con señas, me repitió que podrían ser amigables pero yo insistí en que no lo eran.
Mark siguió con la teoría de que eran buena gente y decidió levantarse.
Yo, preocupado y enfurecido le dije que no lo hiciera pero él no hizo caso y siguió intentando levantarse.
En un momento, no aguante más y dije en vos alta
-No- y golpee la máquina.
Mark volteo a ver a los sujetos que habían entrado y con señas me dijo que se acercaba a mi.
Del susto me quede tieso y lo único que se me vino a la mente sería que moriría aquel día.
-Quien está ahí?- dijo uno de ellos.
En cuanto dijo eso, lo único que se me vino a la mente fue salir de mi escondite e intentar hablar con ellos!
-Esta bien, está bien, soy yo- Dije con las manos en alto mientras salía de mi escondite.
-Yo también estoy aquí- Dijo Mark mientras se levantaba.
-Que quieren?- les pregunte.
-Nosotros no queremos nada. Solo pasamos, buscan un grupo con quien sobrevivir?- Dijo el que parecía ser el jefe de ellos.
-Oh ammmm bueno...- dije y
Mark volteo con migo y sin preguntarme algo dijo
-No lo buscábamos pero nunca es malo tener alguien que ayude no?-
El jefe río y se quitó la máscara que llevaba.
-Mi nombre es Frank-
Frank era un hombre de color, alto (creo que media 1.87m), sin pelo y bastante fuerte.
Después de que Frank se quitó la máscara, sus compañeros hicieron lo mismo y se presentaron.
-Yo soy Arturo-
Arturo era un hombre normal, tenía ojeras y no era tan alto como Frank pero también era alto.
-Y yo soy Azul-
Azul era una chica de estatura media, ojos azules (Haha, que casualidad, no?), pelo negro y una cara de ángel.
Cuando vi a azul me quedé callado, era muy bella, si, quien se enamora en tiempos de desastre? Probablemente digan que soy un loco, pero sabía que ella y yo teníamos una conexión.
-Yo soy Matthew- Dije mientras veía a Azul
-Y yo soy Mark! Me pueden decir Mark!-
Frank rió del comentario de Mark y volvió a ponerse su paliacate en la cara.
-Bien chicos, será mejor irnos- Frank se quitó la mochila y de ella sacó un par de paliacate a más.-Deberán usar esto, no imaginan lo peligroso que el aire se volvió allá arriba-
Mark tomó el de color gris y yo el negro. Ambos nos los pusimos en la boca y seguimos a Frank y a sus compañeros.
Mark caminó un poco más rápido hasta alcanzar a Arturo y hacer platica con el mientras que yo me quedé atrás con Azul.
-Y dime, tienen a donde ir ustedes dos?- Me preguntó Azul.
-Bueno, la verdad no... Cuando todo empezó, nosotros ya habíamos perdido familia y amigos. Así que no tenemos a donde ir o con quién.-
-Oh. Lo siento.-
-Porque deberías hacerlo? No fue culpa de nadie... Solo de esos malditos.-
-Es verdad... Ellos comenzaron todo, debemos ver si hay manera de que ellos detengan todo.-
-Si! Y solo hay una forma.-
-Cuál?.-
-Será una locura pero debe funcionar-
-Pero que es?.-
-Ya veras.- Cuando dije esto, me detuve y grite a los demás- Frank! Arturo! Mark!-
Los tres voltearon simultáneamente y caminaron hasta mi.
-Que sucede Matthew?-Dijo Arturo
-Díganme Matt, y recordé algo que puede ayudarnos a terminar con todo esto!.-
-Que es?.-
Me quite la mochila de la espalda y saque mi computadora mientras decía:
-Bien, esto lo recibí ates de que empezara todo, al principio estaba confundido, pero creo saber qué significa!.-
Abrí el archivo de imagen del mail que había recibido y todos, menos Mark, se asombraron al verlo.
-Que?, amigo, quien te mando esa cosa?.- Dijo Frank sorprendido.
-Aún no lo sé, pero si logro hackear el mail y ver quién creó esa cuenta, podremos saber quién comenzó esto y como terminarlo!.-
-Wow, oye, te acabo de conocer y ya eres brillante!- Dijo azul.
-Bien, ahora llega el problema, sabes hackear un mail?.- Dijo Arturo.
Me quedé calado ya que no sabía que responder. Había dado la idea pero no sabía cómo realizarla.
Después de unos segundos de silencio, Mark dijo:
-Yo sí-
Todos voltearon a verlo y Frank dijo:
-Haha, bien, encontramos a un muy inteligente chico y a un cibernético! Estamos peeeeerfectos!-
Todos nos reímos y yo guarde mi laptop de nuevo en mi mochila.
Mark se puso al frente de todos y dijo:
-Ok, debemos subir, si tenemos suerte encontraremos una tienda de electrónicos! Necesito un cable y un teléfono.-
-Si señor!- Dijo Arturo como si fuera un militar.
-Cuenta conmigo hermano!.- Dije yo.
-Vamos!.- dijo Azul.
-Y como no? Uno más nunca está demás!- Dijo Frank con un pulgar arriba.
-Pues vamos!- Mark se dio vuelta y siguió caminando hasta encontrar trae una estación donde subir.
Tardamos cerca de 1 o 2 horas en encontrar una estación pero lo logramos. Subimos las escaleras y volvimos a las calles.
-Ok, estamos en el centro, debemos encontrar esa tienda de electrónicos.- dijo Mark.
-Pues vamos a buscarla!- Dije yo.
-Estas loco? Esos hombres siguen ahí, patrullando! Hay que ser sigilosos!.-
-Concuerdo con Mark.- Dijo Azul.
-Yo igual.- Dijo Frank.
-Y yo también.- Dijo Arturo.
-Ah bien... Iremos lento pero sigiloso...-
Comenzamos a caminar escondiéndonos casi en todo lo que nos cruzamos.
Después de un rato, encontramos la tienda de electrónicos y entramos. Dentro esperaba algo que ni nosotros esperamos ver nunca...

MercyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora