Mi Desconocida

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Algunas notas de piano se mezclan con el barullo de las conversaciones, en medio de las risas y de los rumores de voces. Bajo la iluminación dorada de los candelabros, con el barullo de las conversaciones, en medio de la risas y de los rumores de voces. Bajo la iluminación dorada de los candelabros, algunos meseros circulan en camisas blancas, impecables, casi irreales. Armados con bandejas de plata, éstos le ofrecen copas del mejor champagne  todos los invitados, realizando un grácil baile repetido cien veces. algunos pequeños grupos se forman en todos los rincones del inmenso salón arquitectónico, moderno y sorprendente con sus columnas geométricas y sus paredes en engañifa,  como si fueran alambrados de oro.

No me siento cómoda. Para nada, para nada. Siento como si fuera un elefante en una tienda de porcelana, un extraterrestre recién salido de su nave... O el famoso grano de arena en el engranaje de una maquina perfecta. No debí haber venido. Me siento perdida en esta fiesta lujosa, donde las mujeres llevan puestos hermosos vestidos de diseñador y los hombres finísimos trajes de marca. Me balanceo triturando mi bolso de noche de satín negro.

- ¡Brittany!

La voz de Rachel.

Podría llorar de la alegría. Jamas he estado tan feliz de ver a alguien corriendo hacia mi, divina con su vestido largo blanco. Con su cabello corto café, el resultado es detonante. Se ve soberbia y parece todo un pez en el agua. Sólo yo estoy agitando las aletas fuera del acuario. Hasta Sam parece estar en su elemento, ocupado hablando y coqueteando al otro lado del salón con una linda morena de unos veinte años.

Mi amiga me saluda con un beso sonoro.

- Estoy tan feliz de que estés aquí. Llevo una hora buscándote.

Llevo una hora aquí.

Escondida detrás de una escultura de metal.

- ¿Probaste estos canapés? - me dice tomando al vuelo, la botana que un mesero nos ofrece

- No, yo...

No, tengo el estomago hecho nudo. Y estoy a punto de asfixiarme. ¡Necesito mi inhalador!

- ¿Que dice toda esta gente? - digo en voz baja - No comprendo nada de lo que dicen. Siento como si estuviera escuchando a unos aztecas decodificando una profecía extraña.

Rachel estalla de risa comiendo su canapé de crema de salmón y esparrago. Luego me pasa un brazo alrededor de los hombros.

- Se trata de la reunión del despacho mas importante de los Estados Unidos. Se reúnen una vez al año en Nueva York. Y este año, mi agencia tuvo la suerte de organizar el evento. Mi jefa esta muy feliz por ello.

Asiento con la cabeza. Al menos, eso explica por qué todos pronuncian términos extraños como margen de ganancias o stock-options. Rachel está por agregar algo cuando una pareja llama su atención. Sosteniendo caballerosamente a su pareja del brazo, el hombre de cabello cano se detiene en la entrada del gran salón. Sin duda es un personaje importante puesto que mi amiga abre los ojos como platos.

- Debo irme.

Y ella corre hacia el doble de Moisés dejándome en medio del lugar. Al contrario de mí, está aquí para trabajar. Es ella quien recibe a los invitados y cuida que la velada - la cual organizó de forma magistral -  transcurra perfectamente. Rachel es la mejor del mundo para crear eventos. Me quedo parada como idiota. Las conversaciones resuenan a mi alrededor, pero no sé que hacer. Quisiera estar en mi apartamento, en mi burbuja, << cortando y pegando cosas >> como diría mi mejor amiga. Siento como si me asfixiara en medio de las otras mujeres, esas criaturas suntuosas que me intimidan con sus vestidos Chanel y sus sacos Dior.

Mis Deseos, Mi Multimillonaria Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora