La noche se hizo eterna para Alvar. El intenso dolor que sentía en su pierna no lo dejaba dormir. Finalmente, el insomnio lo venció, y se levantó de la cama a las cuatro de la mañana. Todavía faltaban dos horas para salir hacia el trabajo, de modo que programó la computadora para que le preparara un desayuno completo, lo cual tardaría media hora, y se sentó a leer.
Hace unos días, un amigo le había regalado un libro de historia, que abarcaba desde mediados del siglo XXI hasta comienzos del XXXI. Alvar era un apasionado de la historia bélica, y este libro narraba los acontecimientos de las tres guerras mundiales del período con lujo de detalles. Era tan fanático que decidió saltarse los primeros 75 años del libro, entre 2050 y 2125, para leer sobre la caída del bloque capitalista y el surgimiento de las 9 Uniones en las que quedó dividido el mundo tras la Tercera Guerra Mundial. 366 años después, la Cuarta Guerra trajo consigo la fragmentación de la mayoría de las Uniones, como la Islámica, la Africana y la Oriental, así como también ocurrió la conquista de los Estados Unidos por parte de México y Canadá. La última guerra, a mediados del siglo XXIX, fue la más corta, pero sirvió para modelar el mapa actual: Estados Unidos volvió a formarse, con menos territorio; la República Popular Asiático – Soviética se dividió en dos, quedando la Unión Soviética por un lado, y la República China del otro; y el Imperio Neoeuropeo sufrió una cruenta guerra civil, que culminó en la organización del territorio en 8 zonas. Desde ese momento, la Tierra transitaba una época de paz relativamente estable.
Estaba profundamente inmerso en el libro cuando la voz de la computadora lo sacó de su abstracción, avisándole que el desayuno ya estaba listo. El menú estaba compuesto por un fuerte café, un vaso de jugo de naranja, unas tostadas con queso, y un delicioso pastel careliano, un bocadillo relleno de arroz, y untado con una mezcla de manteca y huevo duro. Todo esto compensaba ampliamente la pobre cena de la noche anterior. Alvar comió tranquilo, sabiendo que tenía tiempo de sobra.
Antes de irse, decidió ordenar un poco la casa. No quería encontrarse con el desorden cuando regresara a la noche. Mientras guardaba sus herramientas, encontró la carpeta de Vaino. Se había olvidado completamente de eso. La tomó y salió hacia la estación. Esperaba no tener un día muy ajetreado, así tendría tiempo de revisar las notas de Vaino.
Llegó bastante temprano, a las 6:30. El CERN estaba prácticamente desierto a esas horas, pero Annukka ya estaba allí, con el cronograma de las actividades del día. Alvar realmente se fastidió, pero no le quedaba otra opción que realizar todas las molestas tareas, que implicaban reuniones, más trámites burocráticos, y más tediosas charlas a los estudiantes. Lo único que lo alegró ligeramente fue saber que la última de las clases la tendría a las 14, en el curso de Vaino. Al terminar, podría hacerle algunas preguntas sobre sus papeles, si es que tenía tiempo de revisarlos.
Eran las 10 de la mañana, y Alvar ya estaba muy agotado. Había tenido pesadas reuniones con científicos de otras ramas que necesitaban ayuda en física cuántica, y había estado casi una hora llevando el formulario para recibir el guardapolvos de una punta del edificio a la otra. Afortunadamente, tenía una hora para distenderse hasta que empezaran las clases. Ciertamente quería estudiar la carpeta de Vaino, pero el cansancio acumulado pudo más, y aprovechó ese tiempo para dormir una corta pero efectiva siesta.
Cuando se despertó, le pidió un café bien cargado a Annukka, quién se lo entregó en tiempo récord, y partió a dar las charlas. En la mayoría de ellas tenía que hablar de temas sencillos, lo cual era bastante aburrido. Eran las 14 en punto cuando Alvar entró en el curso de Vaino. Le bastó una rápida mirada al aula notar que Vaino no estaba. Extrañado, dio la clase lo más rápido que pudo, ya que al no estar Vaino, poco le interesaba darla. Al terminar, y antes de irse, le preguntó al profesor si sabía por qué no había asistido, y éste le contestó que no tenía idea.
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Multiverso 4,2
Science FictionEl físico teórico Alvar Haurarniemi descubre la respuesta a la ecuación más compleja planteada por el ser humano, y decide expresárselo al mundo, pero la Secta de Orión lo detiene, ya que el líder de la secta, el Dr. Hansi Ójerodsson, considera que...