Addio, amore mio (GerIta Hetalia Yaoi) *En edición*

Capítulo III: 7 dias menos

-¡¿Que!?

Todo el mundo en la sala me miraba con los ojos muy abiertos.

-I-Italia, es una broma, ¿verdad?-
El jefe se veía aterrorizado ante mis palabras.

Sonreí.

-Es lo que debo hacer. No puedo dejar que Romano muera.

El jefe quería decir algo, pero yo le corté.

-Jefe, tengo una semana de vida. Voy a disfrutarla todo lo que pueda. Si me disculpan, me voy.

Me fui de la sala, cerrando la puerta detrás mio, dejando boquiabiertos a todos.

Y entonces, empecé a correr. Tenía que comunicarle esto a Alemania y a Japón, mis dos grandes amigos. No me imagino pasar mis últimos días sin ellos.

Sobretodo Alemania.

"Espera"pensé.

Me detuve en seco.

Si le decía esto a Alemania, me obligaría a dejarle el puesto a mi hermano.

Me obligaria a dejar morir mi querido hermano.

No le puedo decir nada. A nadie.

Ni siquiera a Romano.

Pero tengo que aprovechar la semana, ¿no?

Voy a ir toda la semana a casa de Alemania...
... Y voy a pasar mis últimos días con él.

Una hora después, me encontraba delante de la puerta de su casa.

Durante el camino, fui planeando todo lo que haríamos esta semana.

Llamé al timbre y Alemania me abrió.

-¿I-Italia? ¿Qué haces aquí?

-Veee~ ¿Puedo pasar?

-¿Y esa visita tan repentina?- me preguntó

Me dije a mi mismo: «Recuerda Feliciano: no debes decirle nada sobre la semana que viene»

-Me gustaría pasar una semana entera contigo.

-¿Por?

-No sé, simplemente quiero pasar esta semana contigo.

-Pero yo tengo que trabajar esta semana, y-

-Por favor.

Noté cómo la voz se me rompía, pero seguí manteniendo la sonrisa.

Alemania me observó. Sin decir nada, seguramente se dio cuenta de que algo no era normal.

-Vale, vale-dijo él, resignado- Esta semana la pasaré contigo. Pero esta tarde tengo que ir a una reunión.

Me era igual lo que hiciera. Quería pasar todo el tiempo que fuese posible con Alemania. A todas partes.

-¡Ok, yo iré contigo!

Frunció el ceño.

-¿Seguro? Va a ser muy aburrido.

-¡Da igual! ¡Mientras estés conmigo!

Sonreí, y él me devolvió la sonrisa.

Notaba que una parte de mi corazón se rompía.

Esa sonrisa tan genuina. Me había costado horrores verla.

Primero fue Prusia, ahora yo...

Esto le destrozará.

Pero tengo que salvar a mi hermano. Se lo merece, él tiene más oportunidades de hacer prosperar a Italia.

Habíamos llegado a la reunión. Tres de los países más importantes de Europa mantenían una reunión sobre economía.