V.

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Me he aferrado a unos recuerdos que tarde o temprano iban a acabar conmigo.

Estoy en el centro, ya que hemos decidido que la tarde de hoy la pasaríamos mi mejor amiga y yo juntas. Ella se llama Andrea, y es la mejor persona que te puedas encontrar.
Como siempre, nos saludamos con dos besos y vamos al centro comercial. Quería comprarme algo de ropa.

-Tía, ¿sabes que Calum ha vuelto?-Pregunta con cuidado de no ofenderme.

Me pienso durante unos segundos la respuesta.

-He comido con él.-Suelto de golpe.

-¿Qué? Tía, ¿y no me avisas?-Intenta hacerse la ofendida, pero no la sale.

-Volvió ayer, y mi hermana y Megan me obligaron a ir a buscarle. Luego fuimos a mi casa y estuvimos hablando. Y bueno, hoy ha venido a comer con Megan y claro, yo estaba ahí.

-¿Y ha pasado algo? ¿De qué habéis hablado? ¿Qué habéis echo?

-Eh, frena.-Paro en seco.-Vamos a comer algo y te cuento.

-Vale.

Fuimos al Starbucks que había en el centro comercial y nos pedimos un café normal.

-Ahora sí que no te escapas. Cuenta todo.

-No te emociones. No ha pasado nada. Ayer me dijo que lo sentía por todo. Y yo... Bueno, yo solo le dije que me había dolido mucho.-Dije, haciendo una pausa.-Y esta mañana ha entrado en mi habitación y yo estaba en pijama. O sea que la vergüenza ha sido real. Me ha dicho que si éramos amigos y yo le he dicho que no quería ser su amiga. Nos hemos abrazado y ya. No ha pasado más.

-Pero tía, está genial.-Dice abriendo mucho los ojos.-Él está arrepentido, se nota. Y además, tú sigues enamorada de él, ¿por qué no lo intentáis una vez más...?

-No tengo ganas de complicarme otra vez por lo mismo, ¿sabes? Una sufre tanto que se acaba cansando.

-Creo que todo lo que sientes por él es más fuerte que todo eso, Sara.

-Claro que lo es. Pero no. Todavía no.

Aparto la vista, y veo como ella me mira con dulzura. La miro y pienso la suerte que tengo al tenerla a mi lado para todo.

-¿Sabes? Estoy pensando que puedes venir a dormir a mi casa.-Afirmo riendo.

-¿En serio?

-Sí.

-Ay, vale. Genial.-Dice con un tono de niña pequeña, a lo que río.

Al rato nos levantamos y nos dirigimos hacia casa.

Una vez más... {Calum Heaslip}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora