XVI

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Lo más bonito de estar enamorado es el silencio.

Ese silencio que se crea cuando dos personas se miran a los ojos.


Narra Calum.


Observo a Sara mientras duerme, y puedo jurar que es lo más bonito que tengo en mi vida. Aunque ella no lo crea, la quiero como a nadie, y no se puede imaginar lo feliz que me hace con una simple sonrisa.
Veo como poco a poco se va despertando y se acurruca más a mi lado. Y sonríe. Sonríe al notarme cerca.

-Buenos días.-Digo sonriendo, mientras la acaricio el pelo.

-Buenos días.-Dice, abriendo más los ojos.

Estamos un rato más en la cama y bajamos. Andrea y los gemelos están desayunando.

-Vaya que esperáis.-Digo riendo.

-Os llevamos esperando desde las diez. Y son las doce. Sois unas marmotas.-Alega Dani, riendo.

Sara ríe ante aquel comentario. Y yo sonrío. Me gusta que haya este ambiente entre todos.

-¿Planes para hoy?-Pregunta Andrea.

-Dormir.-Dice Sara.

-No, no. Hoy vamos a dar una vuelta o algo.-Dice Jesús.

-Eso, que tenemos dos semanas, que pasan volando.-Responde Dani.

-Id vosotros. Yo me quedo.

-De eso nada. Vístete.-Reprocha Andrea.

Y acto seguido salen las dos corriendo hacia la habitación.

Narra Sara.

No tengo ganas de salir. Y ya no sé cómo decirlo. La verdad es que no quiero aburrir a nadie, y debería disfrutar ya que están aquí los gemelos, pero no me apetece.
Por obligación de todos, subo y me visto, a los 10 minutos bajo.

Vamos a comer fuera, ya que no hay mucho que hacer. Y luego iremos al centro comercial porque Andrea se quiere comprar ropa.

Narra Dani.

Estamos en el centro comercial y veo a Sara mal. No la conozco mucho, simplemente de algunas veces que hemos estado aquí y ella estaba con Calum.
Tampoco conozco mucho de su vida, sus gustos o sus aficiones. Pero a veces no hace falta conocer a una persona para saber que lo único que necesita es un abrazo.

La agarro de la muñeca y la llevo fuera. Concretamente, a una cafetería.

-¿Qué hacemos aquí, Dani?-Pregunta, preocupada.

-Te noto mal, Sara. ¿Qué pasa?

Noto como su mirada entristece más aún si se puede. Y me doy cuenta que quizás he sido demasiado directo.

Una vez más... {Calum Heaslip}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora