VIII.

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Querer a alguien no es cuestión de físico. Es de sensaciones, que te haga temblar sin estar. Que consiga que sonrías aunque no puedas verle.

Suena el despertador.
Lunes.
Qué asco.
Me levanto y me visto. Luego bajo a desayunar.

-Buenos días.-Dice mi hermana sonriendo.

-Buenos días.-Respondo.-¿Y papá y mamá?

-Hoy se han ido antes a trabajar.

Acabamos de desayunar y esperamos a que venga Megan, como siempre.
Y a mi de me ha olvidado el pequeño detalle de que con ella, viene Calum.
Y de que nos sentamos juntos en clase.
Va a empezar bien la semana.

Tocan el timbre.

-Buenos días.-Dice Megan, dándonos un beso.

Mi hermana y yo respondemos. Y Calum se me acerca.

-Sara... Ven.

-Qué.

-Tranquila. Era solo para decirte que si hoy puedes quedar.

-No sé, Calum. Son las ocho. Espera a que me despierte, por lo menos.

Me mira y ríe.
Caminamos hacia el instituto y en 5 minutos llegamos. Cada uno nos vamos a nuestra clase.
La mañana pasa normal, aburrida. Y sí, he quedado con Calum.
Llegamos, comemos y yo subo a estudiar, hasta las cinco que empiezo a prepararme.
La verdad es que íbamos a estar en casa, así que me ducho y me pongo unos leggins negros y una sudadera, por si hay que salir a cualquier cosa.
Llaman al timbre y abro, ya que no hay nadie en casa.

-Hola.-Dice Calum sonriendo.

-Hola.-Digo, y le devuelvo la sonrisa.-Pasa.

Pasa y se sienta en el sofá. Yo me siento a su lado.

-Bueno, tu dirás.

-¿Yo? No tengo nada que decir.

-Pues eres tú el que querías quedar.-Digo soltando una carcajada un tanto sonora.

-Sólo quería verte. Sólo eso. Sin hablar. Sin reproches ni nada. Quería sentarme contigo a hablarnos con la mirada.-Dice, sonriendo.

-Vaya, que cursi te has vuelto.

-Con lo bonito que me había quedado...

-Y, ¿quién ha dicho lo contrario?

Silencio.
Nuestras miradas están clavadas.
Sonríe.
Sonrío.

-¿Sabes?

-¿El qué?

-En estos meses, te he echado de menos más que a nadie.

Le miro.
¿Lo dice en serio?

-Calum... Yo tengo una pregunta.

-Sorpréndeme.

-¿Por qué haces todo esto, aún sabiendo que tus posibilidades conmigo, si es que las hay, son mínimas?

-Porque mientes. Lo sé. Sé que me sigues queriendo tanto como yo a ti. Se que te estremeces cuando te hablo al oído. Sé que tiemblas cuando me acerco o que sonríes al escuchar mi nombre.
Sé que has esperado con ansia mi llegada, al igual que yo he esperado con ansia verte de nuevo. Que me equivoqué, joder. Pero es que también soy humano.
Huí como un cobarde, y no te lo niego, pero lo necesitaba. Necesitaba olvidarme de todo por un tiempo, Sara. Y pensé que hacerlo de aquella forma no te dolería tanto, soy idiota, lo sé.
Pero aún creo en nosotros. En ti y en mi. Porque juntos hemos podido con todo. ¿Por qué no intentarlo de nuevo?

Tardo en pensar la respuesta.

-¿Y quien me asegura a mi que todo va a estar bien?

-Dale tiempo al tiempo, Sara.

-Es todo muy precipitado, tengo miedo.

-Y lo entiendo. Pero quien no arriesga, no gana.

-¿Y si me arriesgo y pierdo el doble?

Veo como poco a poco se acerca a mis labios, hasta quedar a pocos centímetros.

-¿Y si no?-Me susurra.

Y sin darme cuenta... Me besa.
Así, sin más.
Y os puedo asegurar que ninguno de los dos hemos dado un beso como aquel.

Una vez más... {Calum Heaslip}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora