Por Catherine.

Capítulo 12.

Dirijo mi mirada a la puerta y se lo que debo hacer. Rápidamente llego hasta ella y la abro para empezar a correr con un objetivo. Santiago. Sigo corriendo. Debo hacerlo. Corro y corro y para cuando estoy llegando a los patios temo que ya se haya ido. Esta lloviendo y no puedo ver mucho. Tal vez el tambien necesitaba pensar. Tal vez volvería al día o semana siguiente. O tal vez lo pensaría del nuevo y sabría el error que estaba cometiendo. Y tal vez no volvería.

Todas mis dudas desaparecen cuando lo veo en la otra punta del patio, donde se sitúa la entrada. Lo miro y el me mira. Y empiezo a correr. Y el empieza a correr y a la mitad del camino nos encontramos, ambos empapados. Lo miro a los ojos y antes siquiera de pensar en que diria siento unos cálidos labios sobre los míos. Es un beso corto ya que me separo y lo veo. Santiago acababa del besarme. Tiene una mirada temerosa, con miedo del cual sería mi siguiente movimiento pero sin pensarlo dos veces lo beso. Y el sigue el beso. Y es un beso dulce. Nada más ni nada menos. Nos separamos y respiro relajandome.

Levanto la mirada y miro detalladamenre sus rasgos. Observo sus ojos, brillantes. Su nariz. Cada peca de su rostro y para finalizar, sus labios, labios que acababan del besarme y que yo acababa del besar. Una pequeña sonrisa sale de sus labios.

-Volví rápido -dice agitado. Lo miro y sonrío, y antes de besarlo respondo.

-Lo necesario para pensarlo.