Capítulo 10.

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-Quiere que conozca a Ashley -comienzo, dando inicio a una tormenta de pensamientos expuestos hacia la gran Mary Johnson, mejor dicho, mi psicóloga.

-¿Quien? -dice confundida mientras rebusca la mención del nombre "Ashley" en alguna de nuestras sesiones anteriores-.

Cuando veo que no lo va a encontrar suelto un suspiro exagerado- Ashley, la novia de Santiago ¿Lo recuerdas a el? Espero que si. Sería raro si no. Te he hablado mucho de el, ¿cierto? -asiente-. Bien, ¿y crees que es buena persona? -asiente-. ¿Y crees que siempre me ignorará? -Veo duda en su rostro como si no supiera a donde se dirige esto. Yo tampoco lo se

-¿A qu-? -empieza, a lo que la interrumpo. ¿No puede dejarme hablar sola por un momento? De todas formas, continuo.

-Digo, una vez me dijo que era hermosa, pero, ¿y si no sigue pensando así? Demonios -digo, y me río ante mi propio, y absurdo, chiste-. Eso sería odioso, no puedo dejar de pensar en el, lo que me lleva a no saber mis intenciones. ¿En que me he vuelto? ¿Una hormonal adolescente con complejo de tomate frente a chicos? Absurdo. Volviendo al tema, creo que me gusta, pero no le gusto. Mi vida se ve triste desde este punto de vista. Preocupándome por chicos... De todos modos, gustarme Santiago, no se ve normal, creo que me voy a volver loca.

Lanzo otra risotada y miro a Mary, que me mira asombrada.

-Nunca hablas tanto...Y esto de Santiago me intriga, parece gustarte mucho.

-¿QUE? Mary deberías dejar de planear un futuro imaginario con Cathys y Santiagos por ahí. Me pone incómoda -decido cambiar de tema inmediatamente antes de que me golpee la cabeza contra la mesa- Bueno... Es bastante claro que el aire esta formado por oxígeno y nitrógeno ¿no? Dah. Mary deberías prestar más atención en tus clases de... Clases -digo sólo para que ella me mire como si estuviera loca. Pff, como si no lo estuviera. Literalmente-. ¿Pero quien soy yo para hablar? Sólo una hermosa y pacífica joven víctima de la vida.

Luego de lo que parece una eternidad, Mary decide sacar su lado serio.

-Cathy, algo bueno para las adolescentes es...- suena la alarma de fin de sesion-. Aceptar lo que sienten -suspira y me acompaña a la puerta-.

-Adiós Mary -digo mientras me empiezo a alejar.

-Adiós Cathy -me saluda.

Salgo corriendo y me dirijo al comedor, para encontrarme con los chicos.

Me siento al frente de Sophie luego de buscar mi comida.

-...al mediodía -logro oir a Sophie decir antes de sentarme.

-¿Que cosa? -pregunto, incluyendome en la conversación.

-Escuche a Sandy decirle a Lana -una aspirante a tutora- que había un adolescente llegando desde un pueblo vecino -dice mientras se encoge de hombros.

Yo, en lo contrario, me alegro, se que más gente será más diversión, a pesar de los evidentes problemas que todos tenemos en este lugar.

En ese momento, la puerta se abre, dando lugar a Lana, una sexy latina, igual de bella que Sandy, entrar junto a un chico alto, con cabello negro y una piel anormalmente pálida. Lana visualiza nuestra mesa y se dirige hacía aquí. Cuando llega, nos presenta.

-Sophie, Luke, Cath y Kathy -es ridículo cuán parecidos nuestros nombres son-. Les presento a Evan, el viene de un pueblo cercano y esta siendo tratado aqui por estrés postraumatico, los dejo para que hablen ¿si?

Todos asentimos y ella se va dejándonos con el lindo pero misterioso chico.

-Soy Luke -escuchó decir a mi lado y resisto la urgencia de golpearme la frente con la palma, no es como si no fuera el único chico para utilizar el único nombre de varón que Lana mencionó. Miro al frente y se que no soy la única que piensa eso. Miro a Evan y lo veo sonreír. Lanzo un suspiro y decido hablar primera.

Por Catherine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora