Parte 4

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" Ella intentó regresar por el camino por donde había llegado pero no podía encontrarlo. Estaba perdida. Vio más cosas moverse alrededor de los árboles y también había un hombre persiguiendo a aquellas criaturas, ellos se detuvieron al verla; era muy raro ver a una persona sola en medio de estos bosques y más aún a una chica. Las únicas personas que venían a este bosque eran los cazadores o así era como los llamaban las personas del pueblo. El hombre se acercó a ella, tomó su mano y se la llevó de ahí corriendo para poder alejarse de las criaturas que habían empezado a perseguirlos.
— ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? — preguntó él intentando obtener una respuesta mientras corrían, pero ella parecía estar demasiado sorprendida como para decir algo. Una vez que perdieron  de vista a las criaturas él se detuvo.
— ¿Dónde estamos? — preguntó ella aún un poco conmocionada.
— Yo pregunté primero. ¿Quién eres y qué haces aquí?
— No lo sé. Ni siquiera sé cómo llegué aquí
— Vamos
— ¿A dónde?
— Tenemos que salir de aquí — dijo y se la llevó de nuevo tomándola de las manos"

Esta parte fue un poco larga ¿verdad? No sabía dónde detenerlo, así que solo continué.
Aquí está la cuarta parte.

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*Alessa*

— Wow! Ahora sabes muchas cosas sobre mí — noté un poco de no sé qué en mis palabras

— Debes llamarlos

— Sí, tengo que hacerlo o podrían sospechar que algo malo ha pasado

— Ten — dijo él dándome su celular , yo lo miré pensando que saldría de la habitación nuevamente

— ¿ No vas a salir esta vez ? — noté que mis palabras fueron un poco groseras

— No, me voy a asegurar de que esta vez si los llames

— ¿Sabes? Incluso si te vas lo voy a hacer, ya que debo hacerlo todos los días por la noche

Empecé a digitar los números y mi madre fue la que respondió

    — ¿Hola? ¿Quién es?

    — Hola, mamá, soy Alessa

    — ¿Alessa?  Este es un número diferente

    — Sí, es que mi celular está descargado, por eso te llamo desde otro número

    — Ya veo ¿Está todo bien?

    — Sí, yo estoy bien

    — Es un alivio. Ya me estaba preguntando por qué tardabas tanto en llamar

    — Es que me había quedado dormida y recién he despertado hace como media hora

    — ¿Eso es todo, Ali? ¿No estás olvidando algo tal vez?

    — No creo. Adiós, mamá, tengo que cortar porque en serio tengo muchas ganas de ir al baño.

    — Ok, Ali. No olvides que estaremos ahí en como una semana. Adiós.

— Toma — dije entregándole su celular — gracias.

— No les dijiste lo más importante. — dijo después de haberlo recibido.

— Y no lo voy a hacer, aunque creo que ya se ha dado cuenta y lo sabrá de alguna manera. Siempre lo hace.

— Alessa, termina tu comida

— ¿Todo?

— Sí

— Pero... — sin darme cuenta ya me había acostumbrado un poco a él y ya no me sentía tan incómoda como antes. — ¿La leche también?

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