Capítulo 2: Huye por tu vida.

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POV Camila:

Y ahí estaba yo, siendo agarrada por la normalmente maravillosa Lauren intentando explicar porqué hurgué en su sótano.

-Yo... esto... pensé que... - intenté explicar

-¿No te dije que fueras a por el café SOLO? – me interrumpió – no deberías fisgar en casas ajenas – me sorprendieron sus palabras puesto que ella fue la primera que me dijo desde casi el principio que me moviera por su casa como si nada.

-Lo siento... yo solo... - intenté explicarme de nuevo.

-Tu solo ibas a por el café, no a mirar mi espejo – apretó un poco más el agarre de su mano en mi muñeca.

-La-Lauren... me estás... me estás haciendo daño – gimoteé.

Ella miró su mano y me soltó rápidamente, su cara se tornó de nuevo como la Lauren que yo conocía, apreciaba y admiraba – lo siento mucho – cogió mi mano entre las suyas y observó si me había hecho algo – vamos a la cocina a preparar la bebida y de pasó te pongo hielo – sus ojos mostraban preocupación y arrepentimiento y por el gesto que hacia también sabía que para nada quiso hacerme daño, estaba pasando sus dedos por mi mano a modo de caricia.

-Lauren tranquila, no me has hecho daño – dije suavemente.

-De igual manera, lo siento, y te voy a poner hielo – me cogió de la mano y me condujo hasta su cocina de nuevo.

Mientras subía las escaleras miraba hacia el espejo que estaba detrás de mí. ¿Por qué no podía verlo? A Camila Cabello no se le prohibía nada, cuando me entraba algo entre ceja y ceja no podía pensar en nada más, eso me pasaba últimamente con Lauren...

-Lo siento de verdad... - Dijo Lauren sacando una bolsa de hielo del congelador y poniéndomela con un paño por encima - ¿Estás bien?

-S- Sí Lauren no te preocupes – agaché la cabeza intentando evitar su mirada de preocupación la cual me halagaba y hacía que sintiera mariposas en el estómago.

Ella sonrió cálidamente ante mi gesto, el cual hacía demasiado, y se puso a preparar el café en silencio. Me armé de valor y no lo pensé dos veces – Uhm... ¿Lauren? – Ella giró la cabeza mientras seguía y me sonrió indicándome que me escuchaba - ¿Por qué no querías que tocase ese espejo? – ella dejó todo de golpe y se giró.

-No quiero hablar de ello Camila... - volvió a lo suyo sin prestarme mucha atención.

-A mi puedes contarme to-

-¡Camila he dicho que no, basta! – me cortó gritándome.

-Creo que debería irme – agarré mis cosas y me fui. Ella ni se inmutó... se limitó a descansar sus manos sobre la encimera y agachar su cabeza. No sé si me dolió más que ella no dijera nada o de la manera en la que me habló.

Pasé una semana y media sin ir para allá, tampoco es que lo necesitara, puesto que estaba tan ausente en clase que no hacía nada para ganarme una paliza. Algún insulto y empujón por los pasillos siempre había, pero en esos casos me limitaba a levantarme y seguir con mi camino.

En uno de mis muchos despistes y carreras por los pasillos choqué con el chico del que me reí hace tiempo en clase de arte. Todos mis libros se cayeron y él amablemente los recogió mientras me miraba a los ojos, quité mi contacto visual con él por vergüenza... pero no era como las miradas de mi Lauren... bueno, no era mía, sobre todo después de lo que pasó la última vez, pero ella seguía muy viva en mi mente...

Era castaño, de pelo revuelto, ojos avellana con toques de color verde, de tez morena y un poco más alto que yo. Sin duda era un atleta que se cuidaba por dentro y por fuera, su ropa de marca se ajustaba a la perfección a su musculoso cuerpo.

Mirror mirror [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora