POV Camila
Y ahí estaba yo, debatiéndome conmigo misma. Sabía que tenía que ser muy cuidadosa con las palabras que iba a escoger cuando hablara con Lauren sobre todo lo que quería.
Normalmente correría a su casa para estar con ella unos segundos más, sobre todo ahora que, tristemente, no le quedaban muchos. Ella no creo que lo supiera, pero aquel día en su casa, antes de entregarme a ella por completo, vi en su mirada un matiz de tristeza muy extraño. Desde ese entonces mi pelinegra me tocaba diferente, cada vez que su mano o sus labios me rozaban podía sentir algo más que la típica delicadeza y pasión en la que nos envolvíamos constantemente, sentía que intentaba guardarse todas las sensaciones que pudiera antes de... ¿Irse?
Debía aceptar de una vez que Lauren estaba en el borde. Cada vez que esa idea cruzó mi mente anteriormente la deseché al segundo y puse mis esperanzas en poder salvarla, pero ahora debía enfrentarme a la realidad: Lauren estaba a punto de irse de mi lado para siempre. Pero yo no lo iba a permitir. Juré que la salvaría, y con trozo de espejo o sin el... lo lograría.
Fui hasta su casa. No sé si mi confianza se había comido todo mi miedo o simplemente estaba pensando en frío, pero no temía por mi plan. Era lo más lógico que podía ocurrir. Al entrar por la puerta imaginé una vida con mi novia en la cual, al cruzar ese umbral, ella me estaría esperando para cenar por las noches cuando ambas llevásemos un día duro de trabajo.
No oía ningún ruido en la casa, cosa que no sabía si era buena o mala. Subí las escaleras y me encontré a una Lauren demacrada tirada en la cama. Luchaba por tener los ojos abiertos, pero, como todo su cuerpo, estaba fallando y ya no había vuelta atrás. Para mí, seguía teniendo esa belleza que desde el primer momento vi en ella, pero objetivamente no podía decir lo mismo puesto que su aspecto era de todo menos "perfecto" como lo solía ser. Me dolía verla así.
- Te amo – dije acercándome a su cama y agarrándole su fría mano. Ella me miró y vi que sus ojos reflejaban esperanza, por mucho que ella pensara que tal vez morir era su destino para acabar con la maldición... no iba totalmente en serio. Todos tememos a la muerte, aunque más que a la muerte le tememos a lo que dejamos atrás y a lo que "nos viene por delante" – Tenemos que hablar.
- Déjame decir algo a mí antes – Se incorporó como pudo en la cama y me miró. Logré sonreír con su gesto, puesto que me recordaba a todas las veces que me interrumpía e inmediatamente me obligué a guardar estas palabras ya que pensaba que iba a ser su última interrupción. Sus ojos seguían siendo preciosos, sus labios, aunque estuvieran pálidos, seguían siendo una atracción innegable, su cuerpo, aunque estuviera frío y mucho más delgado, seguía conservando aquellas curvas que, sin duda, amé recorrer con mis manos – Por la forma en la que me miras sé que no has encontrado el espejo. Camila... ambas intuimos que me depara eso – mis lágrimas empezaron a caer, pero solo me di cuenta cuando la ojiverde puso su mano en mi mejilla para limpiarlas con una caricia llena de amor con su pulgar– Pero, por favor, no estés mal. Hemos vivido algo precioso juntas y solo quiero que sepas que eres mi amor verdadero y mi primer amor, tal vez la vida no quiera que la persona de mi vida esté junto a mí, pero todo lo vivido nunca lo podré olvidar. Quiero pensar que todo lo que hemos hablado sobre filosofía y la vida te valga porque, Camila... eres la mejor persona y tienes el mayor corazón y bondad existentes, mereces ser feliz, pero tal vez no es conmigo con la persona que tienes que serlo y yo...
- Cállate – mi voz temblaba y no salió más fuerte que un susurro – No quiero que esto parezca tu funeral Lauren, no vas a morir, no vas a abandonarme... no te lo permito – ella intentó seguir hablando pronunciando un "Amor" con suavidad, pero no quería que siguiera diciendo nada de aquello. Nuestros cuerpos temblaban juntos y aunque ella no llorara yo no podía evitar llorar todo por ambas – Eres mi persona, y te voy a salvar – cogí su cara con ambas manos y la besé con pasión y delicadeza. Nos fundimos en la boca de la otra y por segundos olvidamos lo que estaba a punto de pasar.
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Mirror mirror [Camren]
FanfictionCamila está acostumbrada a huir de las constantes palizas que recibe después del colegio hasta que encuentra un patio trasero de una casa abandonada donde poder escapar cada vez que lo necesita. Después de meses conoce ahí a Lauren, la dueña del pat...