CAP 1: "LA CASA DEL ABUELO"

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                                                                                        CAP 1

                                                                      "LA CASA DEL ABUELO"

Verano tantas palabras para definirlo y tan poco que dura. Sol, relajo; no hacer tareas, no levantarse temprano, familia, sobre todo eso. Cada dos veranos, lo paso con mi abuelo paterno Jack y este año me toca ir a pasar verano con él.

La universidad me ha consumido desde que ingresé, bien dicen que el primer ciclo es uno de los más difíciles, ya que te vas acostumbrado al ritmo, y no se equivocaron. Eh estado tan metida en libros de historia que este verano me será un relajo total para recargar energías para el siguiente ciclo. Ya que quiero sobrepasar el primer lugar de la facultad que ocurrentemente lo ocupa mi enamorado, su inteligencia me enamoró.

Sé que eh sido egoísta con este último verano, pero sentí que el primero no lo disfruté para nada. Ahora no hay excusas, me encuentro en el avión a punto de aterrizar en Rumanía. Aquí es donde vive, mi abuelo Jack y desde que tengo uso de razón eh crecido aquí cada cierto verano con las historias maravillosas y para algunos escalofriantes que se conocen aquí.

Al aterrizar tomaremos un tren para ir a Transilvania, es exactamente en donde vive el y donde mi padre alguna vez creció. Después vivir desde su nacimiento hasta su juventud en Transilvania, mi padre viajó al extranjero y es ahí donde conoció a mamá.

Saqué mi celular y me fijé si tenía algún mensaje de Luc y sí; había dos.

*LUCA: Amor avísame cuando llegues. Que tengas un buen viaje. Un beso.

*LUCA: ¿Estás ahí?

*yo: Sí, acabo de aterrizar voy a tomar el tren, llegando a casa te mando otro mensaje. Gracias por preguntar amor. Le escribí.

Guardé mi celular y me puse a mirar algunas fotos de las personas que seguía. Pasaron un par de horas y habíamos llegado ya a la estación.

Le dejé otro mensaje a Luc cuando nos estacionamos en la casa de mi abuelo, quien ya nos esperaba con los brazos extendidos, para darme un cálido y fuerte abrazo.

- ¡Ileana pero que grande estas!, te has convertido en casi toda una mujer...-dijo mi abuelo al separarse después de un largo abrazo con algo de ¿pena? ¿nostalgia, tal vez?

Puede ser porque como dice, ya estoy grande y dejé de ser una adolescente o niña como él me decía, desde el último verano que vine.

-Ya no tengo quince años abuelo, ya son diecinueve. -dije cruzando mis brazos fingiendo estar ofendida y molesta-Aunque siempre puedo ser tu niña abuelo. -dije sonriente mostrándole todo mi lado engreído e infantil que pude sacar.

-Siempre serás mi niña, como no verte así, si eres mi única nieta mujer. -me dio otro abrazo para luego acompañarme a entrar a casa.

- ¡Abel! -llamó mi abuelo mirando al segundo piso.

Bajo un rubio de ojos verdes por las escaleras a darme un abrazo corto pero que decía que me había extrañado mucho, al igual que yo a él. Abel había crecido mucho, ya que cuando éramos niños, yo era más alta que él.

Él era un rubio de piel bronceada, le gustaba hacer jardinería con el abuelo, respuesta a su tono de su piel.

-Prima como se te extraño...-dijo Abel

-Quisiera decir lo mismo-dije riéndome. –¿Verdad mi regalo? -pregunté.

- ¿Ya no pasó tu cumpleaños? -dijo el sobándose la cabeza.

La Esposa De Drácula©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora