La Esposa De Drácula©

CAP 12: "CONVERSIÓN PENDIENTE"

                                                                 CAP 12

                                         "CONVERSIÓN PENDIENTE"

Como dijo Drácula él se había ido a cazar; no se encontraba a mi costado, estaba sola en la cama, toque el espacio vacío y se encontraba frío, ya debe haberse ido más de una hora o quien sabes mucho más.

Me fijé en la hora ya que había un reloj de tamaño mediano en la mesa de noche, marcaba las nueve y treinta y dos de la mañana. Sentí un dolor en el estómago y significaba que ya tenía que desayunar. Me levanté tomando el celular y comencé a recordar lo que paso anoche.

Drácula y yo nos besamos, esta vez se sintió muy bien, era algo que ambos deseamos y sinceramente ya quiero volverlo a ver para darle otro beso. Me siento muy protegida cuando estoy con él. Supongo que debe ser cosas de almas gemelas porque siempre siento esas ganas de estar a su lado, despúes del gran avance que dimos ayer puedo aceptarlo al menos para mí misma.

Tomé una bata del armario y me lo puse para luego ir al baño, lavarme la cara, dientes y peinarme para bajar a desayunar. No me veía mal cuando me fijé en el espejo, bueno luego de peinarme me veía más ordenada.

Bajé a la cocina y vi a Mery allí- Buenos días Mery por favor mi desayuno-dije dándole una sonrisa.

-Por supuesto y buenos días, tome asiento ya está listo.

Tomé el yogurt de vainilla con un tazoncito de frutas y me fijé que no había mucha gente en la casa, no era la soledad que sentía porque no estaba él, sino que había menos personas de color plomo.

- ¿Me parece o ya no hay más empleados? -pregunte mirando aún a mi alrededor.

-Sí, es que la mayoría están cuidando la entrada y el límite de la propiedad. Ya que el príncipe con sus aliados fue de caza.

-Entiendo, pensé que iría solo...

-Oh no también están con la familia real cazando en grupo, la señorita Amelia se quedó para su cuidado, pero por ahora está en la oficina contestando llamadas. Más bien la dejo para avisarle a la señorita que ya despertó.

-Adelante -contesté y se retiró.

Entonces si no hay vampiros resguardando las entradas más que humanos como yo, podré dar una vuelta por las afueras de gran casa.

Me llevé conmigo el vaso de yogurt y fui a mi cuarto a ponerme unos leggins con una blusa y botas. Bajé cuidadosamente a ver si Amelia ya había venido o si Mery estaba por ahí. Había un par de empleados, pero se fueron en otra dirección. La puerta principal por fin estaba sola, siempre había alguien resguardándola, tomé la manija le di un giro y abrió. Esperé unos segundos a ver si alguien al otro lado abría, pero nada, no quise voltear, abrí más la puerta y pon fin pude salir, había un par de personas en traje, pero estaban demasiado lejos como para darse cuenta. Troté un poco y me fui a la parte trasera de la casa.

Llegué a mi corto destino y solo vi grandes y altos árboles cubriendo la entrada de un frondoso bosque, pocas flores, pero más pasto. Me dispuse a cruzar un poco y observar la naturaleza, cerca de ahí vi un pequeño y regordete conejo marrón saltando y comiendo una frutilla que estaba a los pies de un árbol.

-Que conejo más tierno-el conejo me miró y se quedó quieto, se acercó a mí, me agaché para acariciarlo y cuando quise tocarlo se fue corriendo. - ¿qué paso? -sólo quería tocarlo.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? -ni siquiera me había dado cuenta que había llegado.

Me incorporé y di la vuelta.