El fin

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Y ahí se encontraba él, en la sala de espera de un hospital esperando recibir noticias de su amor, no tenían que ser buenas noticias, simplemente, quería saber algo de ella, estaba nervioso, realmente nervioso, daba vueltas por toda  la sala, se tomaba el cabello de forma nerviosa y miraba hacia  el suelo, no podía controlarse, su amigo que estaba sentado lo miraba pasar una y otra vez frente a él, el verlo así lo estaba hartando, decidido se paró frente a él y poniendo sus manos  sobre los hombros de su amigo lo paro en seco.

-¡ya basta!, me estás poniendo más de nervios a mi también, sé que estás preocupado por ella pero tienes que calmarte, si no cuando te digan que puedes pasar a verla no podrás contagiarle ánimos, ella necesita verte bien y de nada serviría  que ambos estén mal.-Exclamó Damián con voz fuerte haciendo que Rubén saliera de sus pensamientos y lo mirara a los ojos, a Damián le dolía mucho ver a su amigo así, si bien tenía poco que se habían  conocido, habían entablado una buena amistad, y comprendía perfectamente el sentir de Rubén, pues en lo profundo de su corazón Damián  se sentía igual o peor que él, pues se trataba de su mejor amiga de toda la vida, y le mataba la idea de siquiera pensar que podría, bueno ustedes me entienden.
Los ojos de Rubén estaban  cristalizados Y muy rojos, se notaba que había llorado, miró a Damián directo a la cara y lo soltó un golpe a puño cerrado en la boca.

-¡¿Como coño me pides que me calme?! Si la mujer que más amo en toda la vida está ahí adentro y ninguno de los putos médicos me puede dar noticias de ella, todos van por ahí y por allá con sus estupidas sonrisas como si nada estuviera pasando.-Gritó Rubén apuntando hacia la recepcionista y a unos médicos que se encontraban platicando, estaba furioso, su cara estaba completamente roja y mientras gritaba había lágrimas corriendo por sus mejillas, nunca se le había visto tan roto.

Uno de los guardias que están en la puerta se acercó a él y le tomó bruscamente del hombro.
-señor,cálmese por favor, puedo comprender perfectamente su desesperación pero créamelo , ninguna de las otras personas aquí están menos nerviosas que usted, así que le voy a pedir de favor que conserve la calma,no haga más difícil la estadía para ninguno de los demás.-El guardia le dedicó una cálida sonrisa Rubén y él solo se limitó a asentir con la cabeza y sentarse a lado de Damián quien seguia sobándose la quijada, para esperar alguna noticia de la chica que se encontraba en urgencias.

Pero ustedes se preguntarán ¿qué es todo esto?, realmente es una larga historia, es la historia de una chica, una chica común de esas que ves en la escuela, en la calle, en el bus, etc., Y de un chico, de un chico tan único, tan perfecto, tan pero tan diferente a todo lo conocido; y pensarás que tienen que ver estas dos personas en una misma historia, bueno para eso estoy aquí, te voy a contar como  fue que conocí al amor de mi vida, como fue que cambió mi panorama de las cosas, quiero que entiendas como fue que llegamos hasta este punto, quiero que conozcas mi historia con Rubén.

Amor, sangre y otras torturas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora