Amor, sangre y otras torturas.

Papi Ganster

-lo se, perdona... De nuevo.- respondió Romina y bajo la cabeza.

-pero si lo que querías era saber la hora son las...-saque mi teléfono.-las 6:30pm.
-Es tarde, tengo que irme.- Romina abrió los ojos como platos y rápidamente se levanto de su asiento y tomo su bolso, pero antes de que se fuera la detuve del brazo.

-espera, ¿ como que es tarde?, pero si son apenas las 6:30, el día apenas comienza.- dije mientras sonreía y movía mis hombros como si estuviera bailando mambo, ella rió, pero después volvió a ponerse seria y negó con la cabeza.

-no, lo siento, otro día quizá y pueda quedarme un poco mas de tiempo contigo Rubén, pero hoy no.- su voz era triste, en toda la oración en ningún momento aparto su vista de no se qué punto, solo se que no me estaba viendo a mi;  no me gustó verla así, sentí algo en mi pecho como si me lo estuvieran comprimiendo, era algo qué sinceramente era incomodo para mi. Corrí mi mano de su brazo a la suya y comencé a caminar y la verdad no tenia ni puta idea de a donde.- espera... ¿ a-a donde vamos?.- preguntó Romina mientras se resistia un poco al paso.

-te llevare a tu casa, si ya como tu dices es tarde, no puedo dejarte ir sola, además conocere tu casa y podre irte q visitar luego, no lograras deshacerte de mi tan fácil muchachita.- dije volteando a ver a Romina quien se sonrojó un poco y me jaló para detenerme, cuando lo hice me quede viéndola fijamente, no había soltado mi mano y tal parece que no lo haría, no me incomodaba, hasta era lindo, sentí como ella intentaba safarse de mi mano, lo que me saco de mis pensamientos.- nou nou nou, usted no va a ningún lado muchacha mala.

-Rubén, pero es que....- no deje que terminara la frase y comencé e a caminar nuevamente.- ¡Rubén espera!.- volvio a decir ella esta vez un poco más fuerte, se estaba molestando pero yo la ignore y segui mi paso.- ¡Que te detengas idiota! .- dijo y esta vez me jalo, parándome en seco, yo ante esto me pare frente a ella algo molesto, ¡Joder! No puedo creer que sea tan orgullosa que no me deje acompañarla a casa.

-Joder! ¿Porque no quieres que te acompañe a casa?.- pregunte ya molesto.

-¡pero serás idiota! Mi casa queda para el otro lado, eso era lo que queria decirte desde hace rato, pero no me dejabas ni chistar.- respondio ella molesta, mi cara se puso completamente roja, la habia hecho de tonto, realmente que si, Romina notó mi cara, o bueno eso imagino ya que al verme se relajo un poco y sonrío.-ahora que ya sabes que hemos ido en el camino equivocado este tiempo, anda llévame a casa.- dijo mientras me extendía la mano para que la tomara, yo sin bacilar la tome y comencé a caminar, ahora para el lado correcto.

En todo el camino Romina no dijo ni una sola palabra, era un silencio un poco incomodo, pero definitivamente era diferente al silencio anterior, este era mas agradable, aunque no se bien el porque.

Romina se frenó de pronto, lo que hizo que me tirara un poco hacia atrás ante su acto, yo voltee hacia ella, estaba nerviosa, y apretaba mi mano en ciertas ocasiones.

-¿que pasa?, ¿porque te has frenado tan de pronto? .- ella volteó a verme y sonrió levemente, pero después volvió a quedarse seria y q mirar hacia el frente, mas específicamente a una casa, imagino que seria de ella.

-Joder, ha llegado antes hoy.-susurró Romina muy levemente.-creo qu-que lo mejor será que me dejes aquí, no quiero meterte en problemas sabes.- dijo volteándome a ver, su mirada era triste y hasta algo deprimente, apreté su mano y comencé a acariciarla suave.
-pero ¿quien ha llegado antes Romina?.

-mi padre.- dijo seca.- y si ve que llega alguien conmigo, se molestara muchísimo, a el no le gusta que hable con chicos, y mucho menos que salga con ellos o me lleven a casa.- hizo una pausa y respiró profundamente, su voz comenzaba a quebrarse.- si me viera llegar contigo, no quiero saber de lo que seria capaz, es-es muy impulsivo y no quiero que.-no la deje terminar y la abrace fuertemente, ella respondió al abrazo y comenzó a sollozar, ¡ me dolía escucharla!,  puse mi mano en su cabello y comencé a acariciarla, voltee a ver hacia su casa y salió un señor con cara de pocos amigos, cabello negro canoso, quizá 1.90, y estaba un poco fornido, parecía un puto gánster, ya entiendo porque Romina le tenia miedo.
No quería que el "Papi Gánster" de ella nos viera, así que comencé a retroceder hasta que lo perdí de vista.

-Romina ¿estas segura de que quieres ir con el?, si me lo preguntas a mí, no creo que sea buena idea para nada.-dije levantando su cabeza para que me mirara, ella solo se limitó a negar con la cabeza, eso me fue suficiente para volver a tomarla de la mano y comenzar a caminar de nuevo, pero ahora en dirección a mi casa. Y nuevamente el silencio se apoderaba de nuestro camino, casi llegábamos cuando Romina decidió romper con el silencio.

-¿estas de acuerdo conmigo que en algún momento tendré que volver a casa verdad?.
-eso lo se, pero ¿estas de acuerdo en que no dejare que te vallas si es peligroso para ti?, no puedo arriesgarme a que te pase algo malo.- le dije en tono serio, ella volteo a verme y se sonrojó un poco, luego solo asintió, y seguimos caminando.

Llegamos a mi departamento, Romina se sentó en silencio en el sofá mientras miraba al suelo.- ponte cómoda ya regreso.- dije y me dirigí a mi habitación, busque unas mantas y una almohada, y salí de nuevo al salón, pero cuando regrese ella ya no estaba, había una nota en la mesa de centro, así que solté las mantas y fui a tomar la nota.

"lo siento, ha llamado mi padre furioso quiere que regrese a casa de inmediato, como he dicho antes no puedo causarte problemas, apenas te conozco y no me puedo permitir que tengas una mala impresión de mi, no te preocupes, el no me hará nada, estaré bien. Se que esta mal que me valla así sin más por eso te dejo mi movil: (tu número movil) algún día de estos podríamos quedar o algo por el estilo. Perdona por la molestia que te cause."

Romina

Joder, esta chica esta loca, me tumbé en el sofá y me rasque la cabeza, algo no me agradaba de todo esto y cuando digo todo esto me refiero al "Papi Gánster" de Romina. Tengo que ir a ver que este bien, tenia un muy mal presentimiento.