Capítulo 9 "castigado"

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Temprano en la mañana Freddy oía su celular a la lejanía, aquella no era una alarma y lo sabía, era el llamado a volver a una realidad donde su ser se había desmoronando y caido a pedazos.

Aquello que alguna ves le molestó y con el tiempo había aprendido a aceptar hace algunos años, ahora le hacía enfurecer sobre manera. Quería que su vida fuera sencilla y común, un estudiante que iba y venía con la única obligación de estudiar o hasta conseguir un trabajo, que sus padres le apoyaran de verdad y hasta tener una pareja...

Los brillantes rayos de sol se habían infiltrado por la ventana tiempo después de volver milagrosamente a su sueño, de inmediato una nariz se arrugó en desagrado, el castaño intento taparse con las sabanas pero no funcionaba, al igual que como de pequeño creía que le servía para aullentar a los monstruos de su armario, no servía para apagar la luz natural y volver a dormir. No había ni el mínimo rastro de sueño en el ahora con toda esa luz.

–¡Quien invoco al sol! –se puso la almohada en la cara.

Sonrió y soltó una pequeña carcajada el pelimorado aún somnoliento, eso hasta que sintió unas manos tibias recorrer su torso, así hasta que iban subiendo de a poco. Entró en pánico –¿Que demoni...?

Tal vez los síntomas del sueño aún no habían desaparecido, puesto que sólo se quedó inmóvil ante la invasión de su cuerpo, pero no por mucho hasta que aquellas manos tuvieron el descaro de pasarse por su pecho, rozando con sus uñas uno de los botones rosa del ojisrubí. Su rostro cambió de color por vergüenza, pero más por rabia y volteo sin titubeós.

-¡Alex! ¡Que rayos deja de tocarme!

Empujó bruscamente a su compañero de la cama despertandolo, Foxy miro hacía todos lados asustado y confundido hasta que vió al reciente protagonista de sus sueños, segundos después cayó en cuenta de qué se durmió sin darse cuenta luego de arrullar a Bonnie.

–Oye, trate de irme anoche pero no querías soltarme– hecho su cabello hacia atrás despejando su frente con su típica sonrisa, aunque está no la fingía, está situación estaba haciendo su día un gracioso comienzo– Cómo decirle que no a esa tierna cara.

–Eres tan odioso, me voy, no pienso seguirte el juego cuando a primera hora tengo álgebra.

Bonnie tomo un par de sus cosas y entro al baño, se terminó de vestir en la habitación con dos pares de ojos mirándolo con atención y salió aún hechando humos.

–Que buena forma de comenzar el día, Foxy –sé mofo el castaño.

–Muy gracioso, levántate ya, también tenemos clases prácticas, teóricas y un par de ensayos, estás ya no empiezan con una charla ligera de cómo nos fue en nuestro día libre.

–Agh estoy enfermo –Foxy se dejó caer en el colchón y puso la mano en su frente.

–La flojera no se considera como enfermedad, a mi no me funciona, entonces eso significa que a ti tampoco.

El castaño estiró su cuerpo tratando de dejar la actitud cansada y somnolienta que le pedía a gritos no salir de la cama–¿Sabes? He visto a mujeres intentando darte bofetadas o incluso electrocutarte y las esquivas con facilidad, ahora ya has recibido tres golpes de Bonnie y no veo qué te resistes masoquista.

El pelirrojo sintió verdaderos deseos de matar a su castaño amigo por lo antes dicho y este lo ignoró. Ambos guardaron silencio mientras buscaban la ropa con la que se irían.

El silencio se dio por terminado cuando un portazo sonó desde la entrada, Bonnie ya se había marchado, de eso Freddy se dio cuenta y se sorprendió porque pensó que hace varios minutos estaba rumbo a la universidad, entonces Foxy permitió darse un suspiro.

Te Odio...? (Fonnie) [EN CURSO 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora