La cita

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— ¿Que haces ahí afuera? —Grite desde mi ventana, él estaba vestido con una chamarra negra, una playera roja, un pantalón de mezclilla y unos converse azules.

—Vine por ti bebe.

—Deja de decirme bebe ¿quieres?

— ¡Jamás!

— ¡Ag! te desprecio.

—Baja ya o ¿quieres que suba?

—No, no ya bajo —.Rápidamente baje las escaleras pero antes de salir grite — ¡Mama ya me voy!

—Adiós cariño —Grito mi madre.

Salí al jardín, y ahí estaba el, me pregunte como sabría donde vivo, puesto que yo jamás se lo dije.

—Hola bebe —Dijo él.

— ¿Cómo supiste donde vivo?

—Bueno yo tengo mis formas de averiguar ciertas cosas.

—Wow, eso de verdad da miedo.

—Hahaha, lo sé.

—Muy bien, y ¿a cuál parque iremos?

—No iremos al parque...

— ¿Qué, a donde vamos a ir?

—Ya veremos, sube al carro.

Mire hacia la calle y vi su auto, era negro, de modelo reciente y se veía muy bien cuidado, caminamos hacia él, después Holden me abrió la puerta del copiloto.

—Vamos sube —Dijo.

— ¿Muy bien a dónde iremos?

—Una sorpresa será.

—Okey.

El camino se volvió tenso así que prendí la radio, estaba la canción "Hello" de Adele.

—Me encanta esa canción.

—A mí también.

—No pensé que te gustara Adele.

— ¿Que pensabas que me gustaba Calep?

—No sé, ¿Rock, Metal?

—No es mi tipo de música, aunque no me desagrada del todo.

El resto del camino nadie dijo nada, miraba por la ventana, pero no podía resistir mirarlo de vez en cuando. Sus hermosos ojos azules, una sonrisa blanca, perfecta, su cabello, su piel blanca como las nieves de diciembre, y su cuerpo, su hermoso cuerpo.

—Muy bien llegamos.

Me trajo al lago, la verdad era un lugar muy hermoso, hay patos, puestos de comida, muchas flores muy hermosas, además hay un pequeño bosque, y una que otra lechuza.

—Este lugar es hermoso.

—Lo sé, por eso quise venir aquí, además es semejante a un parque.

Me tomo de la mano y comenzamos a caminar, el paisaje era tan hermoso, me gustaba mucho el lugar, además había pasado mucho tiempo de la última vez que vine.

—Calep, sentémonos en aquella banca.

—Está bien.

Caminamos hacia ella, esa banca quedaba justo frente a unos árboles, y al lago, apuntando hacia el atardecer.

—Sabes Calep, me recuerdas mucho a alguien

— ¿Enserio?

—Sí, pero tú eres más hermoso.

Vida Típica [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora