Visión

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*Narra Calep

Desperté cansado, como si no hubiera dormido nada, era una sensación extraña.

—Holden.

— ¿Qué pasa?

—Me siento extraño.

— ¿Por qué, te duele algo?

—Si, además siento el cuerpo cansado.

—Qué extraño.

No sé por qué pero sentía que algo malo estaba por pasar, lo sentía era una sensación fuerte y dolorosa.

— ¡Oh mierda! duele —Grite con un gesto horrible en mi rostro.

—Calep, Calep ¡Calep! —.Podía escuchar los gritos desesperados de Holden, pero me era imposible responder, solo veía menos cada vez más, sentía mi cuerpo morir y flotar, mis ojos se cerraban y solo se miraba una neblina blanca, cada vez más espesa, hasta que un momento deje de ver y de sentir.

Abrí mis ojos de nuevo pero no podía ver, no sentía el suelo, tenía una visibilidad de cero, veía obscuridad, hasta que un reflejo cegó mis ojos y una vos se hizo escuchar.

—Calep. —Escuche una vos que me llamaba. Era una vos muy conocida.

—Oh por dios... ¿Julio, eres tú?

—Si Calep soy yo.

— ¿Pero dónde estás?

—Justo aquí.

— ¿Dónde? —Pregunte intrigado.

—Calep, escúchame debes tener cuidado.

— ¿Qué, por qué dices eso?

—Solo ten mucho cuidado.

—Pero... Julio yo te necesito, necesito verte una vez más, por lo menos una vez, dime donde te puedo encontrar.

—Escucha Calep —Pude sentir unas manos frías como el hielo sosteniendo mis mejillas, de pronto lo pude ver, sus ojos color miel, su piel blanca, su cabello rubio y su perfecta sonrisa. —Ya no será posible que te pueda ver de nuevo, así que recuerda lo que te dije y jamás olvides que yo siempre te amé, lamento mucho haberme alejado de ti —Me beso en la frente y comenzó a alejarse de mí. —Adiós Calep.

— ¡Julio! Por favor no me dejes ¡Julio! —Grite en mi desesperación, pero era demasiado tarde, me encontraba de nueva cuenta solo, en la obscuridad sin nada a la vista, cuando sentí como si empezara a caer al vacío, sentí miedo, desesperación e impotencia. Cerré los ojos y al abrirlos estaba en una camilla con muchas agujas clavadas en mí y un dolor inmenso en todo mi cuerpo comenzó a recorrerme. Estaba en una habitación blanca, muy pequeña, había una pequeña mesita, una ventana y el espantoso olor a hospital. Mire a mi madre, la cual estaba hablándome pero solo podía escuchar sus susurros, mesclados con las palabras de Julio, apenas audibles en mi mente.

— ¡Cariño! —Dijo ella. — ¡Por fin despiertas! ¿Cómo te sientes?

—Me siento adolorido y muy confuso, ¿Dónde está Holden?

—Esta con tu padre en la cafetería, iré a avisar al médico y a los demás que ya despertaste ¿De acuerdo?

—Está bien —Dije sin ganas.

Mi madre salió de la habitación y una lagrima se escurrió por mi piel al recordar a julio, una sensación extraña recorrió mi cuerpo y me pregunte — ¿A qué se refería con tener cuidado? —Eso fue muy extraño, algo que jamás me había ocurrido y espero no volver a pasar por eso.

— ¡Calep! —Grito Holden al verme.

— ¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?

—Pues me duele un poco el cuerpo

—Oh Calep, eh estado muy preocupado —Hablo esta ves mi padre quien se acercó a mí y me beso la frente. —No nos vuelvas a asustar así.

— ¿Por cuánto tiempo estuve dormido?

—Unas horas —Dijo un señor de tez morena, alto y con uniforme blanco. El doctor —Al parecer solo se te bajo la presión, por eso te desmayaste.

—Está bien.

—Muy bien, el paciente necesita descanso, por favor les pediré que se retiren —Volvió a hablar el moreno.

Todos salieron del cuarto y Holden me dedico un beso a través de la ventana. Yo me dedique a pensar lo que julio había dicho, la verdad no pude descansar nada, entre más tiempo pasaba más me estresaba, mis músculos estaban tensos, mis ojos irritados y mi mente muy cansada, así que decidí dejar todo eso atrás y tratar de dormir un poco.

Vida Típica [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora