~UNA NUEVA VIDA~

*Capitulo 10*

"Parte 4 del capitulo 7"

Llegamos a la entrada de cine.

-nos podemos quedar asi  si quieres en vez  de entrar a ver la película.——Me sugiere Peeta. Mierda, me aparto de él, no me di cuenta de que habíamos llegado.

-lo que tu digas.——Digo secamente quitándome el casco, me bajo de la moto y le entrego el casco cuando el se quita el suyo y guarda el mio en el asiento, le pone el seguro a la moto.

Caminamos entrando al cine y llegamos a una mujer que seria la que nos dejaría pasar para ver la pelicula. Peeta le entrega los tickets, ella los raja un poquito como hacen los de aquí para indicar que nos dejaron pasar, y ella se come a Peeta con la mirada a pesar de que la mujer parece tener unos 30 y picos de años. Caminamos hasta donde venden las palomitas y los refrescos y nos ponemos a la cola.

-ligas hasta con mujeres de 30 años, menudo mujeriego.——Le digo riendome. Él me mira.

-¿celosa?——Me pregunta con una sonrisa arrogante.

-¿yo? Si claro ¿por qué esa te estaba desnudando en su mente con la mirada?——Le pregunto sarcástica sin parar de reír.

-hago que ese efecto en las mujeres florezca, deberías tomar ejemplo.——Me dice riéndose conmigo.

-si claro, antes prefiero tirarme por la ventana.——Le digo mientras que avanzamos en la cola.

-lo que digas.——Me dice sin borrar su sonrisa.

Después de cinco minutos compramos dos latas de refresco, coca colas ya que no habian cerveza y Peeta se quedo con las ganas, más dos cubos llenos de palomitas. Entramos a la sala de la película de comedia que vamos a ver, nos sentamos juntos y cuando la película empieza empezamos a beber y a comer.

Dos horas después terminó la película y salimos de la sala riendo a carcajadas.

-no me puedo creer lo idiota que fue Fill tirándose desde el segundo piso de la casa de su abuela solo porque se aproximaba su abuela llena de arrugas totalmente cabreada porque Fill no le hizo caso.——Le digo sin parar de reír.

-y al...final era el gato jjajja, luego Fill se quedo agarrando las barandillas del primer piso y la abuela abrió esa ventana asustándolo y haciendo q Fill pegue un grito de chica.——Cuenta Peeta los dos reímos porque esa parte de la película fue muy graciosa, la verdad es que en toda la película no parábamos de reír.

Pasamos por donde estaba la mujer que se comía a Peeta con la mirada y ella nos mira como preguntándose si estamos locos.

Salimos del cine aún riendo y contando partes de la película, nos ponemos los cascos, nos sentamos en la moto, yo me agarro fuerte a Peeta y el arranca la moto. Llegamos a la universidad a las nueve de la noche, entramos por el portón y Peeta aparca su moto al lado de las demás en el aparcamiento de motos, bajamos, nos quitamos los cascos y yo le doy el mio a Peeta, el guardo el negro en el asiente y el azul oscuro platino lo lleva en su mano izquierda. Entramos a la universidad y él me acompaña hasta la puerta de mi habitación. Me giro a mirarlo.

-me lo pase muy bien, gracias por invitarme.—— Le sonrio.

-yo también me lo pase muy bien contigo, gracias a ti por aceptar.——Me dice correspondiendome la sonrisa.

No se si fueron segundos o minutos pero estuvimos mirándonos a los ojos lo que para mi fue una eternidad o quizás no lo era porque sentía que aquí solo estábamos él y yo, como si nadie me estuviera esperando dentro de mi habitación. Era un silencio pero no era incomodo era extraño porque yo miraba sus ojos azul cielo y el a mis ojos grises, quien nos viera ahora mismo pensaría que estamos hablando por telepatía o algo, pero no, solo nos miramos sin saber como hablar o que paso dar ahora. Entonces la puerta se abre y Johanna sale de la habitación mirándonos de brazos cruzados.

-¿interrumpo algo?

-no.——Digo hablando por fin. Peeta aparta su mirada de mi y yo también de el los dos mirando a Johanna.

-bueno yo me voy ya, nos vemos Kat.—— Me dice Peeta dándome un beso en la mejilla como despedida.

-adiós Peeta.—— Me despido de él l y lo veo irse por el pasillo. Miro a Johanna que no deja de mirarme.

-¿que?

-anda entra y cuéntamelo todo. Me dice con una sonrisa que se le aparece en su rostro cogiendo mi brazo para meterme a dentro, y allí le cuento todo, incluida las partes de la película en las que Peeta y yo no parábamos de reír pero esta vez yo reía con Johanna.