Capítulo 4: Hogwarts Express

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Harry, ya recuperado de las heridas y contusiones que su tío le había hecho, estaba sentado en el asiento trasero del coche de los Weasley, con Ron sobre sus piernas ya que todos no cabían en el coche.
Ron no había querido hablar sobre el tema con Harry, no quería estropearle el reencuentro escolar con sus amigos de Gryffindor y demás. Pero de todos modos, Harry tenía mirada apagada, de tristeza que no podía irse de su rostro.

Varios minutos después, llegaron a la estación, donde entraron en el andén 9 3/4 y rápidamente se despidieron de la señora y el señor Weasley, subiendo al Hogwarts Express. Cuando Ron subió, gritó por el pasillo "Holas" a todos sus amigos mientras buscaba un compartimento vacío. Harry caminaba detrás de él, como en otro mundo, y desde luego, no se perdía porque iba agarrado del jersey de Ron, porque tampoco había alzado la vista en ningún momento.
Al llegar a su compartimento, soltaron las maletas en una esquina y se sentaron en sus respectivos asientos, uno enfrente del otro junto a la ventana. Cerraron la puerta de cristal del pasillo y se miraron.

-Qué extraño, Harry-. Digo Ron susurrando -Quiero decir... No he visto a Hermione. Por casualidad tu la has visto? -.

Harry simplemente negó con la cabeza y la apoyó sobre el cristal.
El tren se puso en marcha y Harry y Ron estuvieron en silencio, hasta que Ron empezó a quejarse de que tenía hambre.

Harry me voy a morir, Harry me esta diciendo que le de comida, Harry dice que como no coma se va de mi cuerpo, etc.

Todo eso hasta que llegó una señora regordeta, con el pelo blanco y un colorido vestido. La señora agarraba un carrito repleto de chuches mágicas. Ranitas de chocolate, Grageas de todos los sabores... Ron hizo un gesto de lástima, ya que no tenia dinero, pero Harry le hizo entrega a Ron de una gran cantidad de monedas de oro, con las que Ron, compró todo lo que contenía el carrito.

Harry, se quedó dormido en el asiento. Y Ron, se levantó sigilosamente, saliendo del compartimento hacia el pasillo. Lo había dejado todo lleno de envoltorios de chucherías pero le dio igual.

Harry descansaba tranquilamente hasta que sintió humedad sobre su pelo y ropa. Se despertó, se puso las gafas y vio a quien menos quería ver. Draco Malfoy.

Harry se levantó, de mala gana y se puso frente a Malfoy, quien increíblemente estaba solo, no le acompañaban sus estúpidos "amigos".

¿Pero eres idiota o qué? -
Dijo Harry muy enfadado, con gotas de agua cayendo por su rostro. Agachó, la cabeza y vio sobre la mano de Draco su varita, con gotas de agua, había realizado un hechizo para mojarle, Aguamenti.

Draco Sonrió.

-Vaya, Potter, te has echo pipí.... ¿Así Que estás muerto de miedo por no llegar a ser el centro de atención en Hogwarts este año? -Rió el rubio repeinado-. Por muy Potter que seas, nunca llegarás a ser tan bueno como los Malfoy.

Malfoy, vete. -Le empujó Harry tirándole al suelo e ignorando lo que éste había dicho-.

Draco echó a correr fuera del compartimento a toda prisa, asustado por la reacción de el pelinegro. Una vez Draco hubo abandonado el lugar, Harry suspiró y apretó los puños de rabia. No se explicaba como el rubio había llegado a esa estúpida conclusión...

Harry estornudó y antes de que nadie le viera mojado, se cambió de ropa colocándose el uniforme de Gryffindor con la túnica. Luego, llegó Ron cuando Harry ya se habia cambiado y el pelirrojo hizo lo mismo, sin sospechar nada de lo antes ocurrido con Draco y Harry.

Por el megáfono se escuchó una voz distorsionada diciendo: "Alumnado de Hogwarts,  salgan del tren y sigan a Hagrid hasta la entrada del castillo. Guardad orden y que tengáis un feliz curso todos".

Al salir del tren, todos los alumnos se dirijeron hacia los botes para cruzar el lago. Al llegar a la puerta del castillo, se oyó un fuerte crujido y se abrió.

Harry abrazó a Hagrid, sonriendo y Hagrid le preguntó que como se encontraba, Harry asintió y le susurró que muy bien y entró en el castillo.

Harry caminaba junto a Ron. Ambos soltaron la maleta en el pasillo y tomaron rumbo hacia el Gran Comedor. Al llegar, Harry se chocó con alguien y se giró para disculparse.

¡Hermione!-Dijo Harry y ésta se giró-.
Harry!! -Respondió ésta y se echó a sus brazos abrazándole-.
No te he visto en todo el camino, a Ron si lo he visto. ¿Dónde te habías metido??-Preguntó Hermione impaciente-.
Me quedé dormido en el tren... -Mintió Harry con una sonrisa en la cara. Vio que Hermione miraba su pelo, que aun estaba mojado y él se explicó, señalando su pelo-. Ah, y sí, está mojado, dejé la ventanilla abierta y cuando llovió me mojé.

Hermione hizo una mueca de "nunca cambiaréis" y se sentaron en sus mesas, como cada año escucharon la presentación de los profesores, y de Dumbledore. Severus Snape como siempre, miraba a Harry con odio y frialdad, pero Harry ya estaba acostumbrado, así que no le sorprendía en absoluto.
Todos comenzaron a comer, sobre todo Ron que no se dejó no un pellejo del pollo en el plato.
Una vez hubo acabado el banquete, los prefectos de cada casa, en el caso de Gryffindor Percy Weasley, les indicó el camino hacia sus habitaciones y llegaron a la sala comun.

Harry, se encontraba bastante mareado, le dolía la cabeza, así que se fue al baño y se echó un poco de agua en la nuca.

Luego, se fue a la habitación cuando todos estaban acostados y él se acostó también. Ron estaba tirado en la cama roncando, como siempre y Harry al poco tiempo se quedó dormido.

"ACCIO"| Fanfic gay | Harry Potter & Ron Weasley|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora