Prólogo

130 6 0
                                    

Podría decirte que he tenido una vida llena de buenos momentos, podría contarte todos los amigos y grandes personas que he conocido en esta bonita vida. Pero no, la vida es una mierda, acostúmbrate a ello. Pasarás un cuarto de ella tan solo durmiendo, emplearas una mitad haciendo planes sobre cosas que nunca llevarás a cabo. Y el resto será de tu propia elección. Yo, en cambio nunca me he planteado que hacer con mi vida, no he conocido la amistad o el amor, olvidé lo que era la familia a los nueve años y a día de hoy, con tan solo dieciséis años tengo más cicatrices y experiencias que cualquier persona en su lecho de muerte. 

Dicho así suena un poco duro, pero lo último que quiero es que sientas pena por mi.
No puedo negarte que sí que pasó algún que otro momento bueno en mi camino. Sea así, corrijamos lo de que la vida es una mierda. La vida es un gran regalo, pero es dura, injusta y traicionera, por ello debes levantarte cada mañana con fuerzas, con fuerzas para luchar con la vida. O por lo menos eso es lo que hago yo, estar continuamente luchando con la vida...

Daños irreparables© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora