Una Loca Aventura Con Los 12 Signos

Capítulo 22

Capítulo 22

Narra Escorpio.

Me desperté sin recordar casi nada, sólo tenía imágenes borrosas en mi mente. Aparecí en una habitación, acostado en una cama con una rubia semidesnuda.

¿¡Que carajos!? Espero haber usado condón ya que no quería pequeños diablillos correteando por doquier.

Di un estruendoso suspiro al ver el paquetito abierto sobre la mesa de luz, rápidamente tapé mi boca para acallarlo y que la rubia no se despertase.

Me paré cuidadosamente y me fui al baño. Me miré al espejo y tenía marcas de chupones en el cuello ¡Al parecer la había pasado genial! Lástima que no lo recuerdo.

El dolor de cabeza era insoportable, necesitaba si o si algún calmante.

-¿Que fue lo que hice?.- Me pregunté a mi mismo mientras me frotaba la nuca.

Quise buscar mis cosas y largarme, eran casi las 6 de la mañana y no sabía exactamente donde viven los abuelos de Cáncer.  Me puse el disfraz de los 50 de nuevo, me peine y cuando abrí la puerta, el chillido de esta despertó a la francesa.

Mierda...

Ella comenzó a hablarme en su idioma y yo sin entender y apurado mientas la rubia elevaba el tono de voz, como si estuviera molesta hablé.

-À bientôt.- Dije, que en su idioma significa "Hasta pronto". Lo único que preste atención en este viaje.

Ella gritó algo inentendible y salí azotando la puerta al cerrarla, me coloqué mis lentes de sol y desaparecí de ahí.

Salí a un largo pasillo, caminé hasta que encontré el ascensor.
Presione el botón y comenzó a bajar la música que tenía era insoportable.

Al abrir sus puertas salí rápidamente encontrándome con la recepción, miré al encargado el cuál estaba leyendo una revista de chicas...hay pero que puto.

Salí riendo encontrándome con el gran cartel con el nombre del motel.

Cuando me aseguré que estaba lejos de ese motel, decidí llamar a Aries para que me diera las indicaciones asi volviera a la casa de los abuelos de Cáncer.

-¡Aries! Escúchame, quiero que me pases la dirección de la casa.- Dije acelerado

-Oh Escorpio, sabes acaso que hora es ¿Verdad?.- Por el tono en el que me lo dijo, creería que lo había despertado.

-No hagas preguntas y pásame la maldita dirección.- Dije enojado.

-Okey, espera.- Dijo Aries cortante.

Espere como 5 min y el aún no me decía.

-¿Escorpio?.- Preguntó él, a través del teléfono.- Escucha, esta es la dirección.- Y me la pasó.

Tomé un taxi y le indiqué la dirección.

Por fin había llegado. El viaje fue muy largo y agotador al parecer el motel era el que estaba mas alejado de la ciudad, solo quería dormir.

Le pagué al chofer y bajé.

-Joven Escorpio.- Dijo Julian.- ¿Que hace aquí afuera?.- Preguntó mientras me abría las puertas.

-Es una larga historia.- Respondí.

Cuando entré, comencé a subir las escaleras pero un sonido proveniente de la cocina me detuvo, fuí a investigar y me encontré con un Aries preparando un café.

-Sírveme una taza a mi.- Dije apareciendo de repente.

El me miró con odio.

-Idiota ¿Sabes que hora es? ¡Y a ti se te da la gana de ir a moteles y olvidarte de la puta dirección!.- Dijo agarrandome de la camisa.

-Oye, ¡Calmate!.- Respondí acomodandome la ropa.- Estuve con una chica, eso pasó.-

-Ya me lo imaginaba...- Dijo sonriendo ahora.- Y ¿Que tal la pasaste?.- Preguntó mirándome pervertidamente.

-No recuerdo nada, solo que estuve con ella en la fiesta y desperté en un motel.- Dije sin más, el asintió y me pasó una taza de café.

-¿Y ahora a donde esta la chica esa?-

-No lo se y no me interesa, se despertó cuando me estaba yendo.-

Tauro y Leo entraron corriendo a la cocina, Tauro se detuvo al verme, le sonreí y siguió su camino hacia la nevera sin siquiera dirigirme la mirada.

¿Pero que rayos le ocurría?