1929.
Había dejado de escribir durante nueve largos años, pues me preparaba para sobresalir entre los periodistas de toda la ciudad, hasta que, de nuevo, el Señor Ral me contactó.
Me dijo que mi ayuda anteriormente, le había dejado complacido y quería saber si podía contar conmigo para algo diferente.
Me dijo que quería que investigara la vida nocturna en Morg City, que es una ciudad que se encuentra en las orillas de San Francisco.
Me dijo que la paga sería aún más generosa.
Dudé un segundo, pero al final acepté, ésta vez no parecía ser nada riesgoso, sólo era ir a dar una visita a Morg City.
Preparé maletas, llevando conmigo aquella roca extraña y ésta libreta en la que he narrado todo lo que me sucedió.
Partí esa misma tarde hacia Morg City, jamás había visitado esa ciudad, pero decían que era la mejor ciudad de todas...
Al parecer estaban equivocados.