Los días siguientes fueron aún peores.
La gente comenzó a enfermar de verdad, parecía que se consumían solos.
Ya no aguantaba estar allí, quería irme, pero debía cumplir con el trabajo del señor Ral, no sabía por qué, pero sentía que debía de ser así.
Investigando lo de los meteoritos y el moho, descubrí que había pasado algo parecido en Nueva Inglaterra en 1882.
También indagué acerca de eso de la llamada "Orden de los Guardianes" A lo que sólo descubrí que era una especie de secta, que solían escucharse sus cánticos bajo la ciudad, también se rumoraba que hacían sacrificios humanos, pero la policía no hacía nada, ya sea porque tenía miedo o porque estaba comprada.
Entonces decidí hacer algo loco: Me adentraría a escondidas en lo más profundo de Morg City para serciorarme que lo que decían de esa secta era verdad.
