Llevé la piedra extraña conmigo.
Era la medianoche, todo estaba callado, sin barullo, sin el ambiente habitual de Morg City.
Me adentré en Canal District pues había una especie de puertas debajo de los canales y puentes.
Con esfuerzos, logré abrir una, y grande fue mi sorpresa que, al comenzar a bajar, escuché cánticos, cánticos parecidos a los de... Rituales... ¡Vaya! No podía ser verdad; los mismos cantos y la tenue luz roja que se veía aún más lejos me impulsó a seguir.
Comenzó a faltarme el aire, pero no me importó.
Después de bajar, llegué a donde estaba aquella luz roja...
Vi a 4... Cosas... Porque no eran hombres. Cantaban y lanzaban una especie de luz que se unía hacia un altar y hacia una piedra con centro azul. A los lados había una especie de mural... Hombres y cosas extrañas luchaban contra una especie de anfibio extraño; a los lados había una especie de puentes o cruces que estaban rotos, sólo se veía un interminable vacío negro hacia abajo.
Apenas puse un pie en la entrada de aquella sala de rituales, todos voltearon hacia mi y comenzaron a acercarse, flotando, con una mirada terrorífica que me dejó paralizado.