(Prólogo) Años y memoria

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Ese día, lo olvidé todo...

Ese día, el tiempo me traicionó..

Ese día... mi otra mitad... se pudrió.

Y como todo lo que se pudre, solo quedó lo peor de mí. Vagos recuerdos tengo sobre aquel momento, solo sé, que fue a causa de un aparato torturador, irritante, incluso estúpido. Una computadora.






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