Los Hijos de la MAFIA II

Capitulo 4 ~Maratón (1/*)

*En algún punto del Estado de California*

Respiré agitadamente, mientras hacía muecas, al casi recibir una bala en la pierna. Gracias a Dios no sucedió. Esta vez fue más dificíl que la anterior.

Cuando llegué a una de las habitaciones del piso de arriba (yo estaba del lado de afuera, si, bueno, había sido una buena niña exploradora), observé por la ventana al hombre que buscaba caminando hacía la puerta con un arma en la cinturilla.
Él me daba la espalda, así que abrí la ventana lentamente y le apunté.

-¡Quieto! -Le grité.

-¿Quién eres tú niñita? -Preguntó confundido, ignorando el hecho de que le estuviera apuntando con un arma.

-Solo vengo a hablar contigo. -

-Nadie entra a mi mansión, sube al segundo piso, entra y me apunta con un arma para "hablar" -Se sentó en un sofá, cerca de la puerta. -Puedo llamar a mis hombres en cualquier segundo e incluso puedo acabar contigo, pero vienes a "hablar" así que te escucho. -Hizo un ademán con la mano.

Okey, el hombre más buscado del mundo está hablando conmigo, ¿así de facil?

No me fío mucho, pero de todas formas no dejé de apuntarle.

-Vine a hacer un trato contigo. -Confesé mientras descendía de la ventana.

-¿Un trato? - Pensó unos minutos. -¿Qué clase de trato? -Se cruzó de brazos.

-Es un simple. Escuché por accidente que andas tras los hermanos Bordaberry... -

-¿Qué es lo que quieres? -

-Simplemente quiero que dejes a uno de los hermanos vivo y sea mio. -

-¿El niño? -Preguntó indiferente. Asentí. -¿A cambio de que? -

-Seré tu espía. -

-Niña, no me hagas re... -Lo interrumpí.

-Sabes que soy mejor que toda tu banda de ineptos. Soy más joven y más ágil, puedo hacerme pasar por su amiga y traerte la carta. -

-Crees que es fácil. -Acotó.

-Creo que no puede ser tan dificíl. -

-De acuerdo. Si tú me traes la carta, prometo que no le haré daño al niño. -Sonrió malicioso y estrechó su mano.

-No soy tan idiota como crees, llegas a traicionarme y no duraré en venir por ti. -

-Vaya. Pero no te preocupes, soy un hombre de palabra, más cuando se está en juego lo que realmente quiero. -Salí por la ventana.

-¿Podrías decirme tú nombre? -Escuché. Me volví hacía él.

-Por ahora no te lo diré. Ah y simplemente dile a tus hombres que la próxima no dudaré en dispararles a ellos tambíen. -

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Hola!!

Sé que es demasiado corto pero es el principio.

Espero que les guste ;)

Hasta pronto!