Abrí los ojos completamente y dos rostros aparecieron en mi campo de visión.
-Lola, ¿estás bien? –preguntó ¿ese chico?
-¿En dónde estoy?
-En mi casa. –Observé a Natalie y me di cuenta que estaba en el sofá, empapada.
-¿Por qué estoy mojada? –pregunté, reincorporándome.
-Ah, te tiré un poco de agua fría. –Miré al sin nombre, mientras él se rascaba la cabeza y se reía nerviosamente. No sé quién sea, pero lo mataré.
-Primero en principal, ¿quién diablos eres? –pregunté señalándolo con el dedo –. Y segundo, ¿qué ocurrió? –Ambos se echaron una rápida mirada y luego me observaron divertidos. –Genial, ¿ya se hicieron amigos? –Rodé los ojos. Natalie se rio.
-Yo puedo responder a lo segundo. Cuando saliste corriendo tras él, te desmayaste a penas saliste de la puerta. – ¿Qué?
-No puede ser... –Empecé. –Pero si yo me perdí en un bosque... Tenía la escoba de la tienda y todo. –Me sentía completamente confundida.
-Sí, la escoba cayó a tu lado. –Y ahora me sentía estúpida.
-Bueno, creo que es hora de que yo responda la primera. –El chico se acercó y se puso de cuclillas junto a mí. Me sonrió. –Hola, soy Jack Rossell, mucho gusto. Y perdón por todo lo que te ocasioné. –Me ayudó a levantar. –Otro detalle importante, ¿cómo está mi hermano?
¿Hermano?
Fruncí el ceño, mientras él me miraba con una sonrisa.
¡No me jodas!
Comencé a abrir la boca sorprendida, dándome cuenta de porqué el parecido.
-No me digas que... Daniel es tú...
-¿Quién? Mi hermano se llama Patricio.
Llévame Jesús.
-¡Es broma! –Comenzó a reírse descontroladamente. – ¡Hubieras visto tu cara!
Tomé el vaso y le lancé toda el agua que tenía.
-¿¡Por qué hiciste eso!? –Exclamó enojado.
-Me molestaba tu risa. –Me encogí de hombros. –Además me lo debías, idiota.
-Chicos, no peleen. –Dijo Natalie.
-De todas formas... –Comenzó Jack. –Te venía a contar acerca de tu hermano.
-¿De dónde conoces a mi hermano?
-Eso es lo que te venía a decir.
-Y pues dime.
-Calma mujer, todo a su tiempo. –Se sentó mientras suspiraba. –Él tenía razón, eres tan malhumorada.
-¡Solo cuéntame y ya!
Admito que no estaba de buen humor, pero solo hoy.
-Escúchenme chicos, los dejaré hablar solos. Yo me iré a ocupar de la tienda. –Ambos asentimos, y ella se fue.
-Está bien, ¿te acuerdas del incendio en su antigua casa? –Lo miré obvia. Rodó los ojos. –Okey, ya entendí. Bueno, fue ocasionado por los subordinados de Charles. Y con lo que te diré a continuación, no quiero que te enojes, ¿de acuerdo? Solo rezo que mi masculinidad quede en su lugar.
-De acuerdo, no me enojaré. –Con cualquier cosa que me dijera, igual lo iba a dejar sin hijos. Suspiró.
-Yo dejé que Charles... escapara. –Justo cuando terminó de decir eso, cerró los ojos en posición de ataque. Me lo quedé mirando cruzada de brazos.
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Los Hijos de la MAFIA II
Fiksi Remaja"Luego de perder a su hermano y con su novio en coma, Lola ya no sabe que hacer. Recibe mensajes de un desconocido y no sabe si confiar en ellos... "-Tu hermano está vivo. -¿Quién eres y cómo diablos sabes eso?" Lola tendrá que averig...