El dolor

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Después del entierro de Papá llegamos a casa y mamá entro a su cuarto y le puso llave, solo se escuchaba que lloraba. Yo  quería entrar, quería estar con ella, pero no podía; corrí a mi cuarto tome mi guitarra, y comencé a cantar el verso que papá me estaba enseñando, con lagrimas en los ojos termine el verso.

Al día siguiente, me desperté, mamá ya tenia listo el desayuno, pero ella no probó nada, se veía muy mal.

Me fui a la escuela, llegando mis Amigas Melany y Lucia, me abrazaron y me dijeron que iban a estar conmigo; yo no aguanté y lloré.

La maestra me dijo que  a pesar de mi corta edad, y por el hecho de la muerte de mi padre, era todo una guerrera, y que saliera adelante y no dejara caer en un abismo a mamá, que siguiera con mis sueños para que papá estuviera orgulloso de mi.

Llegando a casa, encontré a mamá viendo las fotos de papá, y la abrace y le dije: "Saldremos adelante por él", ella me abrazo y me contesto que si.

Mamá y yo comenzábamos a sobrellevar el dolor, recordando a papá, pero sonriendo. Mamá volvió a ir al trabajo, al café "La estrella", comenzaba a sonreír y a ser la misma mujer de antes, ocultando su dolor.

Y yo, iba muy bien en mis estudios, porque mi motor era mi padre, porque quería que estuviera orgullosa de mi.


AL FINAL DEL TUNELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora