Decisión

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En la habitación de Aome, Naraku la observaba detenidamente. Notó cómo su piel comenzaba a cambiar, volviéndose más cálida y perdiendo su palidez. Sus labios adquirieron un tono rosa que le encantaba, su cabello volvió a ser ese marrón chocolate, y sus mejillas se sonrojaron ligeramente.

??- ¿Qué decides? - preguntó con voz suave y expectante. Ao- Decido volver y ser feliz con ese hombre al que amo. Deseo encontrar la felicidad, como lo era y siempre será.

Tomé su mano firmemente, deseando que regresara y que sus ojos se abrieran para encontrarse conmigo. Haría todo lo necesario para volver a ver a esa chica de ojos chocolate.

De repente, un apretón me sacó de mis pensamientos. No podía creerlo, era ella mirándome, sus ojos chocolate eran hermosos. No podía apartar la mirada de su rostro.

Ao- Naraku, eres tú, pero no puedo verte con claridad. Todo está borroso. Nara- Lo sé, es porque tu sangre aún no circula por esa zona. Ao- Tengo miedo de no poder verte - sus palabras se entrecortaron y las lágrimas brotaron de sus ojos, provocando un dolor en mi pecho. La abracé fuertemente, sintiendo cómo se aferraba a mí. No podía soltarla, ella necesitaba ese abrazo.

Después de que el doctor nos asegurara que ella estaba bien, solo un poco deshidratada, nos quedamos solos. Aome expresó su deseo de levantarse y tomar un baño.

Vi que no podía mantenerse en pie, así que decidí cargarla en mis brazos. La llevé al baño en esa posición y percibí que ella se sonrojaba al sentir mi tacto.

El baño ya estaba preparado con agua tibia. La senté con cuidado y la ayudé a desvestirse lentamente, yo mismo ya no tenía ropa, pero eso no me importaba en ese momento. La sostuve nuevamente en mis brazos, su cabello negro y suave cubría gran parte de su cuerpo sensual.

La ayudé a bañarse, asegurándome de que estuviera cómoda. Después de verla tan distraída, decidí robarle un beso, sacándola de sus pensamientos y haciéndola centrarse en el presente.

La vi llorar y dejé que liberara toda la tensión acumulada. La cargué una vez más, secando nuestros cuerpos juntos. Después de ayudarla a vestirse, con lágrimas en los ojos, la sostuve a mi lado. No quería que pensara en los momentos fríos de la muerte, solo deseaba que pensara en mí.

Volví a ver a Naraku cuidándome y atendiéndome. Estaba bajo su protección y abrazado a él. Solo quería su cariño, lloraba de manera natural, anhelando estar cerca de él nuevamente. No podía dejar de llorar, su cuerpo era lo único que deseaba tener cerca de mí.


Naraku estaba despierto y contemplaba a Aome en la cama. Durante cuatro largos años, la había rechazado, pero ahora ella era completamente suya. Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, eso es cierto.

Observó detenidamente cada detalle de su rostro: sus labios que ya había probado, su piel suave y ligeramente pálida, sus largas pestañas, la forma de su cintura. No podía apartar la mirada de cada facción de su cuerpo.

Mientras tanto, en la puerta principal del reino, Naraku escuchaba a su gente hablar sobre darle otra oportunidad, igual que la que él le había dado a Aome.

El día transcurrió de manera tranquila para ambos. Aome se encontraba hablando con Inuyasha, explicándole todo. Llegaron a un acuerdo de que solo fueron grandes amigos y que podrían serlo nuevamente.

Naraku, por su parte, pensaba en cómo tendría a esa mujer rendida a sus pies y cómo la mantendría a su lado hasta que ya no pudiera resistirlo más. Quería poseer su cuerpo y formar una familia con ella. La deseaba para siempre.

Mientras los amigos de Aome hablaban y reían, Naraku solo escuchaba. En su mente, surgió la idea de una cena romántica. Se dio cuenta de que sería una excelente idea.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2023 ⏰

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Naraku To Love (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora