forgiveness (park jimin)

004

Joo Hyun.

Recostada bajo el sofá de la sala principal, podía ser como el viento helado recorría todo el lugar. No había cerrado la ventana que daba directo a la terraza. El aire helado bañaba todo mi cuerpo pese a encontrarme abrigada, pero en encantaba sentir esa sensación recorriendo mi piel.

No me gustaba el hecho de tener que cerrar mis ojos porque recuerdos innecesarios volaban en mi mente sin que pudiera evitarlo.

Mi pecho se apretaba lentamente, me ocurría cada vez que sentía angustia. Desde que volví a pisar este país lo sentí.

Me sentía tonta por aún no haber superado totalmente lo que había pasado. Si el lo había hecho.

¿Por qué a mí me dolía tanto?

El eligió separarse de mí hace un par de años, porque era demasiado joven para estar con una mujer solamente.

El fue quien me dijo que iba a disfrutar su adolescencia y que ya no me necesitaba. El quiso irse.

Soy una fiel creyente que el dolor no es permanente. Está ahí presente como un mal oculto, pero ya no duele tanto como el principio. Creo que simplemente me acostumbré a la idea que el no era el correcto para mí.

No puede ser correcto para mí, si en su momento no me eligió.

El formaba parte de un pasado que ojalá pudiera olvidar tan rápido como una fórmula matemática, tal como dar el examen con la esperanza de aprobar, lograrlo y olvidar todo de manera automática. Sin vuelta atrás. Y este no era el caso, aunque lo deseaba.

Mordí mi labio inferior y me llevé las manos a mi cara. Hace mucho no volvía a sentir algo por alguien.

De verdad.

MinJi había salido del departamento hace un par de horas y al parecer no tenía ninguna intención de volver. La extrañaba mucho, de verdad.

Reí para mis adentros al recordar como los planes se habían invertido. Ahora mis padres querían comenzar una vida desde cero y es lo mejor que podrían haber hecho.

Kim MinJi y yo nos conocíamos desde que éramos unas niñas, perdimos el contacto, pero por las casualidades de la vida, nos encontramos mientras buscaba una roommate.

¿Alguna vez han experimentado esa sensación de no haber visto alguien en años y de un momento a otro, encontrártelo y es como si fueran tan
sólo segundos en los que estuvieron separados?

Era exactamente lo que sentí, como si el tiempo no hubiese pasado nunca.

El timbre sonó sacándome completamente de mis pensamientos. Ladeé un poco la cabeza, la verdad no esperaba la visita de nadie. Acomodé mi sweater blanco a rayas y me dirigí a mirar por la mirilla de la puerta.

Mordí mi labio con complicidad al darme cuenta quien era.

Mis ojos se encontraron con una espalda un tanto ancha, un abrigo acogedor y un cabello castaño medio.

Abrí la puerta con cuidado y me apoyé en el marco.

— ¿A qué se debe esta visita? — Pregunté alzando una ceja a medida que una sonrisa se hacía permanente en mis labios. — ¿Qué te pasó? — Pregunté rápidamente a medida que se daba vuelta y me encontraba con cicatrices aún no cicatrizadas y feos moretones en su cara.

— Olvídalo, tuve unos problemas, que creo haber solucionado. — Decía mientras entraba a mi departamento con cuidado, sacándose los zapatos.

— ¿Quién fue el imbécil que te hizo eso? — Pregunté molesta. ¿Cómo era posible que estuviera así?

— No te preocupes, Hyun. — insistió mientras daba una leve sonrisa, pero podía notar que le dolía. — Fue hace unos pocos días atrás, no había querido salir debido a que aún no sanan las cicatrices, pero...

Le di un pequeño golpe con mis dedos, tan delicado, pero a la vez divertido.

Busqué un botiquín de primeros auxilios y me dispuse a curarle las heridas.

— Ouch. — Se quejó y yo solté una pequeña risa de culpa. —Ya no más.

— Para ser bello hay que ver estrellas. — Le comenté mientras presionaba con cuidado el alcohol para desinfectar sus heridas.

— Prefiero ser feo antes que sufrir. — Reprochó como un niño pequeño.

— Taehyung... — Pronuncié su nombre con mucho cuidado. Tan sólo decirlo me llegaba a quemar por dentro. — ¿Por qué no me dices quien fue el idiota que te hizo esto?

— Fue un mal entendido... Quedó con que era un mal entendido, pero por favor, no hablemos más de este tema. — Decía mientras me miraba con muecas de dolor. — Aparte... Tenía muchas ganas de verte. — Su mirada se posó rápidamente en mis labios.

Sonreí mientras mi labio inferior era levemente mordido. Dejé el alcohol junto con algunos algodones sobre la pequeña mesa en el centro del living y tomé el cuello de su camisa y lo atraje sin piedad hacia mí, fundiendo sus labios con los míos.

Taehyung atrajo mi cuerpo hacia él, mientras sus manos grandes recorrían toda mi espalda lentamente. Y las mías jugaban gentilmente con su cabello jalándolo un poco sin lastimarlo.

Mis labios se abrieron un poco al soltar un leve gemido, Taehyung tomó ventaja sobre esto e introdujo su lengua con un poco de lujuria y timidez dentro de mi cavidad bucal.

— Oh, mierda. — Solté mientras acomodaba mi cuerpo sobre el sofá y el se subía encima. Escapé un gemido cuando lo escuché soltar un gruñido, muy masculino por detrás de mi oreja. —Taehyung. — Llamé su nombre y lo volví a besar con pasión mientras desabrochaba cada botón de su camisa rápidamente.

— Siempre terminamos así. — Dijo el castaño con una sonrisa. Mordí mi labio al ver como su expresión de excitado había cambiado de un momento a otro, sus ojos ahora reflejaban timidez. Eso me volvía loca.

— ¿Y es malo?

— Joohyun. — Dijo mi nombre mientras frotaba su jeans contra los míos haciéndome jadear sin compasión. — Me gustas mucho, tonta. Mucho.

— Tú también me gustas, tonto. Más de lo que pensaba.

Quizás él si era el correcto...