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Punto de vista: Escritora.

Un gritó ahogado y desesperado se escapaba de los labios de una castaña de baja estatura. Sus manos empuñadas golpeaban, con toda la fuerza que podía tener, el pecho de un chico más alto que ella.

Sus ojos reflejaban cansancio, decepción e ira. Sentimientos totalmente nuevos que nunca pensó experimentar.

No era la primera vez.

— ¡Idiota! !Te odio! ¡Te odio! — Gritaba mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Tan débil como para siquiera ahorrárselas. Sus mejillas rosadas junto con su nariz, eran testigo de gruesas lágrimas que decoraban de la peor forma posible su rostro. — Te odio. — Lloriqueó mientras sus puños reposaban en su pecho totalmente desnudo.

— Cálmate.

— ¿Cómo mierda quieres que me calme si te acabo de encontrar en la cama con otra? — Preguntó mientras su voz se elevaba volviéndose más ronca y tensa. Lo miró mientras intentaba no llorar más. Lo había hecho suficiente.

— Hablemos después, no estás bien. —Comentó un castaño intentando apartarla.

—¡Tercera vez, Jimin! !Tercera vez! — Gritó Lee Joo Hyun mientras volvía a golpearlo débilmente, con golpes torpes y lamentablemente, delicados. — ¿Por qué? ¡Dime, Por qué!

— ¡Quieres dejar de gritar! ¿Qué quieres que haga? ¿Que llore? —Preguntó sarcástico. —Llevamos junto dos años. ¿O acaso crees que siempre ibas a ser suficiente?

— ¿Por qué? Tu siempre me dijiste que ibas a estar juntos en todo momento. — Decía mientras lo miraba fijamente a los ojos. Hasta altura le daba lo mismo sentir sus mejillas húmedas.

—¿De verdad pensaste que estaríamos juntos siempre?

[...]

Una rubia entraba al departamento, revolvía su cabello de un lado a otro mientras sacaba meticulosamente su chaqueta, para luego colgarla. Con mucho cuidado calculando todo.

Actitud digna de Kim MinJi.

— ¿Y esa cara? —Preguntó divertida mientras tomaba una manzana con agilidad y le daba una mordida. Tan precisa y perfecta.

—Nada... — Le respondió su roommate sin dar muchas explicaciones. — No pasa nada.

— Te conozco como la palma de mi mano, Lee. — Correspondió MinJi mientras se sentaba en el respaldo de una silla quedando a una distancia moderada de ella.  — Tu cara no dice que estas bien. ¿Estuviste llorando?

JooHyun se levantó con cuidado de su asiento, avanzó un par de pasos, no tan firmes como a ella le hubiese gustado que fueran. Levantó su mirada y una sonrisa acompañada de unos ojos tan aguados como el océano, se encontraban con la mirada de su vieja amiga.

— ¿Por qué para ser felices, debemos ser desgraciados?

MinJi se levantó rápidamente de su asiento para así abrazarla sin preguntar nada. Así funcionaba ella.

Apretó con más fuerza su cuerpo cuando sintió un grito ahogado junto a un fuerte sollozo por la boca de su amiga.

—¿Por qué? —Volvió a preguntar mientras su voz perdía su toque natural.

forgiveness (park jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora