CAPITULO 24

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CONFESIONES

Vi a Marco aproximarse, ¿Cuál sería el pendiente? Su rostro denotaba una seriedad que me asustaba, entró al auto notando que su ropa estaba salpicada de sangre.

-¿Estás herido? -Le pregunté preocupada.

-No, no es mi sangre. -Respondió severo con la vista perdida en el parabrisas. Apoyo ambas manos en el volante y recostó su cabeza.

-Marco. -Lo llamé, pero él no me miró. -Háblame. -Le supliqué.

-Te amo. -Me dijo de repente, clavando su vista en mí. -Te amo Naoli. -Volvió a repetir.

Me quedé sin aliento, sus palabras me tomaron por sorpresa, ¿Cómo es posible que éste hombre pudiera amarme? Es como un sueño, aún conociendo su naturaleza.

-También te amo. -Le expresé mientras que se me formaba un nudo en el estómago.

Se acercó lentamente y besó mis labios con delicadeza, apenas rozándolos. Pegamos nuestras frentes y nos mantuvimos así unos cuantos segundos.

-No soy una buena persona para ti. - Continuó.

-¿Qué? ¿Por qué lo dices? Me acabas de salvar la vida.

Él bajó la mirada a sus manos y noté rasgos de sangre en éstas.

-¿Qué hiciste Marco? - Inquirí temerosa.

Contrajo sus labios y sus facciones se endurecieron.

-Soy un monstruo, es todo lo que debes saber.

-No, no lo eres.

Tomé su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme.

-Frederick se merecía lo que le sucedió. -Le confirmé.

-Tú no entiendes. Acabo de...... maté a Adam, Naoli, y no me arrepiento.

Me quedé fría, así que eso era el asunto pendiente.

-Comprendo. -Contesté mirando mi regazo. -Podemos irnos por favor, éste no es el lugar adecuado para conversar.

Él asintió y puso el motor en marcha, guardamos silencio hasta llegar al parqueo del edificio. Marco me pasó su chaqueta y me cubrí con ella. Subimos y al llegar al apartamento tomé asiento en el amplio sillón y lo invité a sentarse junto a mí.

-Háblame de ti Marco, quiero saberlo todo, y cuando digo todo, me refiero a tu vida completa.

Sonrío con amargura y me dijo: -Te aburriría.

-No pienso lo mismo.

-No te gustará lo que escucharás.

-Eso lo decido yo.

-Te aseguro que cuando termine no estarás tan tranquila y posiblemente salgas por esa puerta por segunda vez, pero definitivamente. -Alegó cabizbajo.

-No puedes saber cuál será mi reacción Marco. Así que dime.

-Ok. Tú ganas.

Me alegré en mi fuero interno, al fin sabría sobre el pasado de este enigmático hombre.

******************
Naoli me miraba con la expectación dibujada en su rostro. No sabía ni como comenzar pero debía hacerlo, por primera vez en mi vida le contaría a alguien la verdad, ni Rupert conocía muchas cosas de mí.

-Yo.... -Demonios estoy nervioso, entrelazo mis dedos tratando de calmarme. -Nací en una familia muy pobre, era el menor de cuatro hermanos. Cuando cumplí los cinco años, mi madre murió, fue un golpe duro para todos pero lo fue más el día que nuestro padre salió a buscar comida y jamás regresó. Mis hermanos mayores nos dejaron una noche sin decirnos nada, simplemente despertamos y ya no estaban. Mi hermana de siete años y yo nos quedamos solos. Comenzamos a pedir en las calles para subsistir, estuvimos así unos cuantos meses, ella trataba de darme lo mejor a mí, por lo que enfermó, murió un par de semanas después por debilidad.

CONTIGO EN LA ETERNIDAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora