CONTIGO EN LA ETERNIDAD

CAPITULO 25

AJUSTANDO CUENTAS

Marco me mira esperando una respuesta. Honestamente no quiero irme, la idea de separarnos me inquieta, deseo estar con él en todo momento, pero también debo considerar que Albert pagó por el apartamento lo que incluye el depósito y un mes por adelantado. No puedo ser desagradecida con él, después de todo, únicamente se preocupa por mí.

-No puedo por el momento. -Contesté, viendo como una sombra cubría su hermoso rostro.

-¿Por qué? No lo entiendo. -Añadió con tono de voz cargado de interrogación.

-Yo firmé los papeles de arrendamiento del que será mi nuevo apartamento, Albert lo consiguió para mí, y además él hizo los primeros pagos, así que le debo ese dinero.

Marco sonrío y movió la cabeza a los lados.

-¿Qué es tan gracioso? -Le pregunté extrañada.

-Que siempre estas endeudada.

Me dijo con una amplia sonrisa, que compartimos. –Yo le pagaré a Miller el dinero, y así no tendrás que marcharte.

-Marco, no es tan sencillo, y no quiero que sigas pagando mis compromisos económicos. Déjame permanecer en el apartamento dos meses que es lo que técnicamente está cubierto y luego me mudaré contigo ¿Te parece?

-¿Y por qué esperar dos meses si puedes hacerlo ya?

Al decirlo se acercó a mí, sosteniendo mi cabeza con ambas manos y dándome un beso ligero que nublo mis sentidos, esto sería más difícil de lo que creía.

-Prometo venir a vivir contigo después de ese tiempo, y yo le pagaré a Albert, no tú ¿Entendido?

Se encogió de hombros pero sus ojos reflejaban inconformidad.

-No te voy a presionar, es sólo que ya no sé si pueda estar separado de ti.

Sabía a qué se refería, me siento exactamente igual.

-Creo que iré a descansar, han sido muchas emociones y necesito relajarme.

Él me sonrió y me alejé con rumbo a mi habitación, no sin antes, devolverme y robarle un beso, recibiendome con una cálida sonrisa de su parte.

**************
Naoli duerme plácidamente, me senté cerca de la cama en una silla y me limité a observarla. ¿En qué momento me enamoré de ella? No lo se con exactitud. Llevaba horas admirándola, deseo infiltrarme en sus sueños y saber qué rondaba por esa cabecita.

El sonido del timbre me hizo levantarme e ir a atender de inmediato, no quería que ella despertara. Al abrir la puerta me encontré con dos oficiales de policía y un Albert Miller con cara de muy pocos amigos.

-Es él oficiales. -Les indicó señalándome.

-Señor será mejor que no se resista, debe venir con nosotros, tiene derecho a guardar silencio....

No los dejé terminar.

-Disculpen, ¿De qué se me acusa?

-De secuestro, maltrato a un civil, y además nos informa el señor Miller que usted evade el pago de impuestos, lo cual también es un delito.

Miré a Albert con enojo, sabía que se preocupaba por Naoli, pero esto es el colmo.

-¿Dónde está Naoli? -Preguntó Albert cortante.

-Aquí estoy. -Ella se aproxima a nosotros.

-Vienes conmigo ahora, los oficiales se harán cargo de él.