Eloïse (Parte I)

40 7 0
                                    

Debía ser fuerte, contener y luego dejar ir ese dolor, no me espere que algo así sucediera, sin duda lo de Skyler me sorprendió, pero ahora estaba mas preocupado por mi hermana, ella no debía estar sola tanto tiempo

-Esta bien, te llevare a casa- decía algo nerviosa Miss Eloïse

-Gracias- recite mientras me quitaba de mi rostro aquellas lágrimas, no debía permitir que mi hermana me viera así, aun si solo tenia un 7 meses era muy inteligente y lloraba al notar lágrimas o quejidos de mi parte, por lo cual debía mantenerme firme por ambos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Eloïse:

De todos mis alumnos sin duda Mads era el que mas me preocupaba, era demasiado pequeño, inocente y bueno, no merecía sin duda nada de lo que le sucedía, y a pesar de todo se mantenía tan firme como un roca, siempre dispuesto a todo con tal de mantener feliz y sana a su hermana.

Mads no se quejaba de nada, siempre era muy bueno ocultando las cosas, recuerdo la primera vez que le vi, visitaba a mis padres y estos justamente tienen su casa al lado de la de los padres de Mads, recuerdo que en medio de aquella cena familiar pudimos escuchar los gritos de un bebé, algo aterrada corrí al patio pero mi madre alcanzo a detenerme antes

-Querida no vayas, al lado viven el alguacil y su familia, el siempre que llega de sus reuniones o de la calle suele agredir a su esposa e incluso a su hijo y como es la autoridad no se le puede reclamar nada, además su esposa es una drogadicta en "rehabilitación"- la respuesta de mi madre me hizo airar de rabia y entonces mientras ella colocaba musica para los demás invitados logre escabullirme, y espiar desde un orificio en la cerca del patio y note como un bebé de no menos de 4 días de nacido estaba tirado en el patio del vecino y su madre toda golpeada utilizaba la manta del recién nacido como escondite de sus drogas

-Se debe estar muy enferma para ser tan desconsiderada- susurré mientras mi vista se nublaba e inundaban mis ojos de lágrimas de la ira producto de aquello que presenciaba.

-Oye, levantalo y ponle una almohada para que deje de llorar o te juro que hoy mismo lo voy a asfixiar- decía el alguacil mientras le arrojaba una almohada a la mujer quien yacía en el suelo intentando embutir al recién nacido un pañuelo en la boca para que dejara de llorar.

Directo Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora