Giorgia IV-Antes de la Tragedia

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-Si!!seguro, yo haré lo que tu quieras, solo dime a que hora quieres que pase a buscarte- decía Adam bastante animado

-A las 7:00pm el sábado Adam, solo si puedes obvio

-CLARO QUE PUEDO, GRACIAS GIORGIA!!

-Vale, ahora hablamos y ten cuidado vale, estas muy lejos de tu salón.

-Tranquila Giorgia, ya me conozco bien la escuela, conté cada paso desde que inicie, incluso el aire me sirve de buen indicador, y pues tengo a mi amigo, el me va a guiar muy bien si me pierdo- dijo señalando a su Perro, un hermoso Pastor Alemán, de máximo un año

-Mejor los acompaño, ven toma mi mano, y ni te emociones, sera lo unico que tomaras de mi.

El sólo se dedico a sonreír, el resto del camino hasta su clase, hablamos de cosas tontas, y nos reímos como siempre, era como si los demás a nuestro al rededor no existieran y eso estaba bien.

-Bien ya llegamos, ahora bye-bye, que tengo Física y voy tarde!- le exclamé mientras corría devuelta a mi salón

-Giorgia pero casi no llegas, Kaya y yo ya nos habíamos preocupado

-Tranquila Emma, estoy bien, solo ayudaba a Adam a ir a clases.

-Oye pero que bueno que está Patrizio- susurraba mi amiga Kaya. Vaya puta sonaba, era triste pero Kaya era tan promiscua cual prostituta esquinera podría imaginar.

-Si, lastima que es Gay- dije en un tono bastante tosco y seco, aunque en verdad podría estar mintiendo, pues aunque creía que a Patrizio le gustaba obviamente mi hermano, eso no le hacia Gay, podría incluso ser Bisexual.

-Lo supuse Giorgia; Patrizio no hace mas que mirar a él buenorro de tu hermano todo el tiempo.

-Pobre Kaya, ya llegara alguien para ti.

Me aleje rápidamente de mis amigas para unirme a Patrizio, quien yacía en el pasto acostado.

-Pero que flojo eres, así piensas conquistar a mi hermano?

-Jajaja, por qué no te ocupas de tus asuntos pequeña impertinente.

-Lo que me falta en altura, te falta a ti en huevos, eso es seguro.

-Jajaja, pero si nunca me los has visto.

-Yo no, pero Mads si- (๑ ิټ ิ)

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Adam

El resto del día transcurrió tranquilo, recuerdo que moleste un poco a Giorgia, después de todo ella era quien me importaba, los demás solo se burlaban de mi condición o me tenían lastima en exceso, aunque claro también están Mads y Patrizio, ellos son mis mejores amigos, y me agrada que así sea, recuerdo cuando éramos pequeños a eso de los 8-10 años, Mads siendo el menor era el más maduro de los tres, y de todos los niños y adultos que conocía, recuerdo qué ese día estaba demasiado helado, y escuche las pisadas de dos niños que podrían ser de mi edad, y esto era así gracias a que había desarrollado muy bien mi oído y podía diferenciar entre los distintos tipos de sonidos emitidos por el paso de un adulto, niño y animales, e incluso los tipos se autos; los niños caminaban uno arrastras del otro, y escucha sus risas, parecían estarse divertiendo; decidí entonces escapar sin que nadie lo notara, para ir a ver a aquellos niños. -Tal vez ellos quieran jugar conmigo-decía mientras alegre corría hacia ellos corrí tan rápido que no tuve el cuidado necesario hasta que sentí pequeñas manos sujetandome haciendo que tropezara y fuera a caer encima de los niños por los que había decido escaparme, seguramente debían ser ellos, un sonido muy fuerte acompañado de una fuerte brisa me interrumpió en mis pensamientos, sin duda ese era el sonido del motor de un camión, pero que descuidado, pude haber muerto me emocione demasiado y termine por lanzarme a la calle sin percatarme que frente a mi casa estaba la avenida.

Directo Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora