#Familia

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A los 6 días de tener al pequeño su padre enojado llego a mi casa, su agresividad casi cuesta mas de la puerta de mi casa, al ser la autoridad nadie era capaz de denunciarlo o contrariarlo, prácticamente arrebato al niño de mis brazos golpeandome con su mazo, el golpe fue tan fuerte que perdí el conocimiento y me saco mucha sangre, para mi suerte mi hermana me acompañaba y una vez el se fue llamo a la ambulancia.

Desde aquel día no volví a ver a ese pequeño bebé, el alguacil decidió mudarse a otra ciudad, y renunciar a su buen puesto en la ciudad, todo con tal de alejarse de nosotros.

Demore mucho sin saber de aquel niño, tarde alcance a enterarme que se llama Mads, y que se apellida Sørensen, al menos podría buscarle ahora que tenia esos datos, aun guardaba la esperanza de reencontrarme con aquel niño, por lo cual persuadiendo muchos contactos logre dar con su paradero y me anexe a una escuela en la cual él pequeño asistia a clases; para esa época tendría él unos 5 o 6 años, y precisamente le encontré un día mientras menos lo esperaba fuera de la escuela, estaba a las afueras de la fria ciudad de Copenhagen; iba conduciendo mi auto cuando de pronto un niño pequeño y distraído casi hace que lo arrolle, despavorida salí del auto y fui a por él, me di cuenta enseguida que era él.

-Lleveme con mi hermana por favor- No quería devolverle a su casa, pues al igual que aquella vez, estaba igual de golpeado, pero ante su insistencia y lágrimas tuve que ceder.

El pequeño me indico claramente el camino a su casa, pude notar que su casa se veía muy descuidada y cuando llegamos una pequeña bebé estaba envuelta en bolsas de basura en la fría nieve, al ver esto el Mads quito el seguro del auto y abrió la puerta saltando fuera y cayendo estrepitosamente en el asfalto, hiriéndose así codos y rostro, pero aun sangrando el niño no tuvo reparó para tomar a su hermana que yacía asustada en el suelo.

-Por favor vayase lejos de aquí, si mi padre la ve aquí solo empeoraran las cosas para mi y para mi hermana- las lágrimas en su rostro eran evidentes, por lo cual aun si me partía el corazón dejarlo en esas condiciones allí, lo tuve que hacer.

En definitiva voy a ser hasta lo imposible porque esos niños estén conmigo, había hecho importantes amigos estando en América, desde políticos, hasta abogados muy prestigiosos, solo debía conseguir pruebas y algún esposo falso para ser apta para tener a esos pequeños conmigo, de camino a casa pude apreciar a un grupo de niños pelearse con otro pequeño algo robusto, sin duda detuve el auto y me baje al notar tal desproporción y comportamiento, reconocí de inmediato el escudo que portaban en sus sacos por lo cual comencé a gritarles para que ninguno huyera sino querían que sus padres se enteraran de lo que había visto.

Al acercarme aun mas y al fin llegar hasta ellos note que el chico contra el que todos peleaban era Patrizio, el niño robusto de mejillas rosas, tez blanca y cabello entre lasio y risado, de color chocolate; creía comprender lo qué sucedía, de nuevo molestaban a patrizio por su peso.
-Niños ya les he dicho que el hecho de que su compañero Patrizio no sea tan delgado como ustedes significa que puedan burlarse de él, es una persona como cualquiera de nosotros, y merece un trato dig....- antes de que alcanzara a terminar mi sermón Patrizio grito interrumpiendome
-No es eso, ellos son injustos, y Skyler es basura, desde que iniciamos la escuela no ha hecho más que despreciar y humillar a Mads, y esta vez se ha pasado y estos imbeciles en vez de apoyar a mi amigo que según ellos eran amigos de Mads le han dado el lado a Skyler- sin duda me sorprendió y aun mas al escuchar tantas palabras de odio en un niño que por lo general se reía de solo escuchar la palabra "pedos".

-Patrizio no te dirijas así a tus amigos!, entiendo que estés enojado pero se que podemos arreglar esto y hacer que todo entre ustedes vuelva a ser como antes.

Directo Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora