Directo Al Corazón

Castigo con él Decano

-Skyler qué ha sido esta vez?.

-Nada.

-Skyler si no me cuentas no podré ayudarte.

-No pasa nada.

-Bien, tu veras.

Odio tanto a ese anciano barbón, pero odio más a ese estúpido gordo y a su amigo quienes se creen para insultarme a mi!.

Desde ese día me dediqué debidamente a seguir a escondidas a el gordo llamado Patrizio, le hacia seguimiento especial, sabía la hora de sus comidas e incluso que hacia y que no. Sólo no lo podía seguir cuando él se ocupaba en seguir a Mads, debido a que la casa de Mads quedaba muy lejos.

-Maldito gordo una vez tenga toda tu información me las pagarás.

Quería vengarme de él y sin duda lo conseguiría, llegue tarde a casa pero no importaba, mis padres casi nunca estaban, mi Mamá se dedicaba a modelar y mi padre jamás tenía tiempo para mi así que me daba igual llegar si es caso al día siguiente a mi casa, nadie más que yo sabría de lo ausente que fui.

Antes de ir a casa decidí pasarme por la enfermería pero no pude pues paramédicos estaban llevándose a quien parecía ser Mads al hospital, me asomé a escondidas a la enfermería y pude ver un montón de sangre en la esquina izquierda justo al lado de la ventana, con ella se podía apreciar lo que claramente era un nombre "Anna", justamente eso decía, me asuste un poco, en verdad aquel chico no estaba nada bien y yo sólo había empeorado las cosas.

Los paramédicos se llevaron a Mads en la ambulancia y debido a lo sucedido las clases se suspendieron, luego de dos días Mads despertó, y le contó a los doctores lo que le había sucedido, todos quedamos realmente impactados incluso yo lo quede aún más, él padre de Mads intentó venderlo a un hombre él cual después de abusar sexualmente de Mads intento sacarle los órganos como los riñones y el hígado para venderlos al mejor postor, saber eso me dio bastante terror y mucho asco y me hice sentir fatal, no tenía las palabras correctas para describir como me sentía, luego llegó lo peor el nombre de ese ser tan despreciable quien tanto daño le había causado a Mads era Domic White, mi tío, quien en navidades siempre me traía los regalos más costosos y de quien en realidad sabía muy poco, de hecho gracias a Mads todo el mundo se dio por enterado de la clase de basura que era Domic White, pues el testimonio de Mads sirvió para que más niños confesaran el infierno que él les había hecho padecer, entre esos niños yo.