Directo Al Corazón

#Invierno

-De chiquillos recuerdas que solíamos escondernos y jugar cerca de aquel parque a 4 cuadras de nuestro vecindario?-

-Claro!, como podría olvidarlo, recuerdo que hacíamos castillos de arena e incluso una vez hice que Alec aquel niño de gafitas tragara arena jajajaja, recuerdo que demoro con indigestión una semana, pero prosigue vale!-

-Jajaa eras terrible de pequeño Patrizio-

-Imparable que es diferente- Dicia mientras retiraba aquellas lágrimas producto de su propia risa.

-Bien, como te decía, todo comenzó exactamente allí, hace 14 años en aquel cruel invierno...-

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14 años antes :

Después de discutir con mi abuela, aquel niño de cabello castaño y ojos miel, bastante sucio por las hojas que yacían en el fondo del hueco del que le habíamos rescatado, se dirijio a mi con bastante curiosidad, no me molestaba, me agradaba ayudar a otros niños, más si eso implicaba estar fuera de casa

-Oye tu seras mi mejor amigo de ahora en adelante-dijo mientras agarraba mis manos con demasiado cuidado, como si tuviese miedo de romperme, por lo cual solo respondí asintiendo.

-Por qué tienes esos moretones?- dijo examinandome nuevamente, su rostro reflexaba la angustia al verme en este estado.

-Tranquilo, solo estaba jugando con unos amigos y bueno eso es todo, puedes preguntar a mi abuela si quieres- le dije mientras señalaba a mi abuela la cual solo intentaba sellar aquel hueco para evitar que otros fuesen víctimas de aquel.

Antes de lograr girarse lo tome e hice que corriera a mi lado, queria llevarle a ver aquel paisaje hipnótico, y que jugáramos con mis otros amigos, sentía que debía hacerlo antes que llegara la hora de regresar a casa, esto era porque no sabia si de nuevo volvería a verle.

-Oye espera, ve mas despacio, a donde vamos?, al menos sabes donde es esto?- su preocupación era obvia, por lo cual no pude evitar reírme

-Tranquilo, regresaremos antes de las 3:00pm, recién es la 1:20 pm, no tendrás problemas con tus padres

-Eso espero, no me gustaría tener que ser castigado por tu culpa-

-Ya llegamos- dije mientras le indicaba la entrada a aquel hermoso lugar, el asombrado no dijo mas palabras, solo se quedo atontado por la belleza del paisaje, supongo que era normal, pues era su primera vez aquí, por otro lado mis amigos que ya estaban instalados allí jugando, curiosos por el niño nuevo le rodearon, cuestionándole inicialmente de donde era?, como se llamaba, y fue allí cuando me fije que ni su nombre me había tomado la molestia de preguntar

-Me llamo Jarle, soy de Noruega, pero recién me mude, su amigo aquel chico pelirrojo me salvo de morir a manos de ese feo hueco traga niños!- no pude evitar reírme al fijarme que el tampoco sabia mi nombre y comenze a estallar en carcajadas con sus ocurrencias, sin duda su exagerado drama sobre aquel hueco les había impresionado a mis amigos por lo cual decidí seguirle la corriente.

-Tiene razón! - grite intentando imitar la voz de un asesino de esos que salen en las películas de terror, asustando con esto a mis amigos, los cuales inocentemente creyeron aquella historia.

-U-un-un-un gus-gus-gusto conocerte-te-te, me-me-me lla-mo-mo Pa-patrizio- dijo el mas pequeño de mis amigos, aun para ser el mas pequeño en estatura, era el mayor de todos y sus rizos rubios le hacían ver inofensivo debido a que era bastante llenito por lo cual era usado como cebo por el resto del grupo para librarnos de problemas en los que solíamos meternos.

Mientras los demás se presentaban, y le daban la bienvenida a Jarle, yo me distraía jugando a construir un muñeco de nieve y pude observar como el mismo niño de mejillas rosas, cabello negro y ojos cafés, nos espiaba como solía hacerlo siempre, incluso le había invitado varias veces a unirse a nosotros y jamas había accedido, y eso que había sido muy amable con él, ahora que recuerdo su nombre era Skyler y vivía frente a la casa de Patrizio. A veces solía espiarnos y me miraba con demasiado odio y desprecio, por lo cual decidí confrontarlo ahora que los demás estaban distraídos, corrí hasta él y al verme comenzó a correr también, pero sus cordones desatados no le fueron de ayuda y término tropezando, lo cual me dio una gran ventaja sobre él.

-Quiero saber que sucede?, por qué me odias?- le dije mientras intentaba ayudarle a levantar

-Me asqueas, y te odio, ojala mueras- su respuesta me dolió un poco, en verdad quería ser amigo de aquel niño

-Por qué?-

-Por ser perfecto y tener una familia perfecta que te quiere y te da todo lo que quieres y por tener a tantos amigos que te quieren-

-Ellos también intentaron acercarse a ti y los rechazastes, y pues creo que estas equivocado- dije mientras agarraba con mis puños mi chaqueta, ese niño no sabia nada de mi y aun así hablaba con demasiado odio, no me importaba, no me importa, me repetí mentalmente entonces aquel niño de repente tomo su puño y se autoagredio, para después comenzar a llorar, no comprendía que pasaba, inmediatamente mis amigos junto al niño nuevo se acercaron y al verme a mi de pie sano y aquel niño en el piso golpeado corrieron a ayudarle, malinterpretaron casi todos la situación, Patrizio por su lado permaneció a mi lado, mientras el niño nuevo y los demás ayudaban a Skyler a levantarse.

-Por qué lo golpeaste?, la violencia no ayuda a resolver los problemas- decía Alec mientras ayudaba a Skyler a ponerse en pie

-Asi que este es el "problema" por el cual también estas golpeado?, te divierte golpear niñ...- Patrizio se lanzo al nuevo -callate, callate, ustedes no saben nada, no opinen nada, además los amigos no juzgan así a sus amigos sin antes preguntarles que sucede..-

No pude evitar que el nudo en mi garganta al ver aquella situación provocara en mi tanto dolor, solo quería huir de allí, así que aproveche y comenze a correr lo mas rápido que pude, corrí tanto que no me fije para nada en el trafico, al punto que un auto casi me atropella, para mi suerte dentro del auto iba mi profesora preferida, la Miss Eloïse, ella preocupada y aterrorizada se bajo del auto e inicio a perseguirme hasta lograr alcanzarme, cuando al fin me atrapo no pude evitar llorar y gritar mientras ella me abrazaba fuertemente susurrándome -Todo va a estar bien, te prometo que ya estoy trabajando en ello, pronto estará todo bien, ya veras como todo mejorara- ella no entendia nada, esta vez no estaba así por mis padres, pero ahora que los recordaba ya era hora de volver a casa

-Por favor, lleveme a casa, mi hermana necesita de mi- dije secando las lágrimas de mi rostro e intentando omitir aquel nudo y punzadas dolorozas.

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( ͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°) bien mas tarde continuo pequeñ@s