Voces.

534 49 5
                                    

Me acosté, me sentía mal de nuevo, no era solo el dolor de los acontecimientos sucedidos con anterioridad, era también que mi enfermedad parecía querer atacarme en el momento justo donde todo parecía explotar. En medio de una guerra conmigo mismo, por alguna razón recordé las palabras de Elia como si me las hubiera dicho unos días atrás, cuando aquello sucedió hace algunos años ¿había sido muy duro con Jason? Di vueltas en la cama, es que estaba muy enojado, desde el otro día donde se atrevió a tratarme de una manera tan grosera y no lo sé, la sangre me hervía, mi cerebro daba vueltas sin quedarse en su lugar y las palabras fluían como un rio contaminado.

Will me había invitado a salir, era todo lo contrario a mí y no por nada era como un Sol para los demás. La verdad no me sentía con ánimos de hacer algo, no sé muy bien que se dice de mí, solo que parece causar mucho odio como para crear un plan de venganza tan estratégico (claro si juntarse para golpear a muerte a un chico desnutrido cuenta como algo de una mente maestra) tome aire, pero hacer eso hacía que mis costillas me mutilaran el estómago, estaba tan descompuesto en el término literal y poético ¡Vamos pueden burlarse de mí!

Es que no podía confiar en nadie, no dejaban que les mostrara que era más cálido de lo que parecía, el solo concepto de verme a mí mismo de tal manera resultaba abstracto. Me escondía entre las tinieblas porque nos sentíamos afín, pero mi esencia era algo más lleno de claridad ¿Cómo explicaría que tengo controlada esta dualidad que todos poseemos? Entre el bien y el mal, nosotros elegimos que es lo que somos, pero siempre en nuestros corazones se hospeda un poco de oscuridad, la que nos protege de la inocencia, para no ser unos completos idiotas que lo van entregando todo con la pequeña muestra de esperanza que se nos presente. Aunque ciertamente yo era un grandísimo estúpido escondiéndome durante tanto tiempo solo porque algunas veces mi corazón fue roto, perdí muchas cosas que amaba, eso también es algo que lo tengo muy claro y sí, me atormenta demasiado con las imágenes del pasado pero, no fue tan malo mientras duro... digo, tengo algunas cosas que me hacen sentir mejor, como mi hermana cantándome para que me durmiera, el tierno amor de Elia, las risas y los detalles de cada momento, como el hecho de seguir con vida a pesar de los intentos ¿llamaría a esto tener buena suerte?

Me quede dormido, pero realmente no soñé algo, o sencillamente no me acordaba. Lo importante es que me sentí un poco mejor al despertar. Ahora solo quería darme una ducha y no pensar en nada mas, de alguna manera estaba en paz durante estos momentos de soledad y probablemente lo mejor sería quedarme de esta manera.

Mi momento fue interrumpido por alguien que tocaba la puerta, no quería enfrentarme a Hazel. Me hice un ovillo y jale las cobijas para cubrirme por completo, supongo que mi silencio sería interpretado como una señal de que por el momento no estaba disponible (bien, no tenía ánimos de ver a alguien) sin embargo insistió de manera casi desesperada ¿Cuál era la urgencia? Me cubrí el rostro con la almohada.

— ¡Jackson! — Escuche como la puerta era abierta, y ese timbre tan característico que por el momento sonaba algo molesta — ¿Y si no quiere ver a nadie? — agrego en un murmuro.

— ¿Y si murió desangrado? — a Percy no le importaba bajar la voz, incluso podría jurar que estaba hablando más alto de lo normal —Cuando Will me lo conto estaba lleno de sangre... Annabeth, ¡Sangre! Estaba todo bañado.

—Estas exagerando, sesos de alga.

—Todo sea por la seguridad del pequeño Nico— quería reírme, Percy era alguien que realmente podía alegrarte con facilidad. Creo que por eso encaja con Annie; una chica más seria, sin él sería muy cuadrada y del otro lado Jackson se descontrolaría por completo. Oí los pasos y sentí el peso en mi cama, se habían sentado a mi lado.

— ¿Nico? — por más que lo intentara, Annabeth no me cae mal, ella nunca trato de lastimarme, no tiene la culpa de nada... no era mi enemiga, nunca lo seria. — Hazel nos dejó pasar, sabes que ella es muy débil ante la mirada de cachorrito que hace Percy. — la pregunta aquí era como Chase podía decirle no a Jackson cuando mostraba esos ojos verdes en una tierna expresión... era algo a lo que nadie se podía resistir y terminaban haciendo lo que Percy deseaba, menos Annabeth, ella era inmune a tal gesto. —No queremos molestarte, pero cuando nos enteramos nos preocupamos... no nos dejaron salir antes y por eso apenas estamos aquí. No puedo creer que Jason sea esa clase de persona.

Buscando una... segnaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora