Trauma.

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— ¡Nico!— Percy corrió hacia diAngelo. 

 Yo vi la escena como si fuera parte de alguna serie cómica (sobre todo por la mala cara que puso Nico). Jackson lo abrazo con fuerza y le decía varias cosas en forma tan rápida que perdí el hilo de sus palabras. 

 —Has cambiado— Annabeth se acercó de forma lenta y con una media sonrisa en su rostro. 

 —Han pasado varios años— respondió Nico de una forma extraña. El se sentía incómodo al hablar con Annabeth y para ella parecía ser de la misma forma. 

 — ¡Décadas! ¿Por qué nos olvidaste Nico?— Percy lo observaba con su mirada especial para obtener algún favor. Ya lo había visto y funcionaba con todos... Menos con Annabeth. 

Esa mañana me había levantado temprano (tal vez demasiado pronto) para recoger a Nico, además de que era una excusa perfecta para salir antes de casa. Nunca ha sido mi lugar preferido, me siento fuera de lugar, es complicado como me siento y DiAngelo llego a mí como una perfecta distracción, algo sano para mi dudosa salud mental. 

 Durante el camino trate de sacarle una conversación, pero sus respuestas eran cortas y no daban  cabida a una continuación. Eso sólo lograba intrigarme más, no tenía idea si su meta era alejarme... Si era así, estaba perdiendo. 

 —Tu amigo me da miedo— Leo se había quedado en un silencio inquietante desde que vio a Nico. 

 — ¡Hasta que dices algo!— le despeine su cabello rizado —sólo es un chico serio. 

 — ¿Me arrebatara mi puesto de mejor amigo del súper genial Jason Grace?— bajo demasiado sus cejas en un gesto bastante gracioso.

 —No, tú eres mi mejor amigo y lo sabes. 

Percy estaba fascinado con el regreso de Nico, lo cual pronto se le paso, los demás sólo le miraban de lejos con un gesto entre; confusión, miedo y desagrado. Eso me enfadaba ¿cómo podían tratarle de esa manera? ¡Tal vez por eso era tan cerrado! Pero no lo podía creer, era un joven atractivo y amable... Era extraño para mí. 

 — ¿Cómo eras?— le susurre a Nico que había tomado lugar a mi lado. Leo estaba bien a lado de una joven llamada Calypso y no renegó.

 —Un poco más bajo y de piel más morena— respondió sin siquiera dirigirme la mirada y viendo al frente, poniendo atención a la clase.

 —Los que te conocieron están tan sorprendidos de quien eres— garabatee algo en la última hoja de mi cuaderno —Es raro, las cosas que me dijo Thalía y ahora todos viéndote como un perfecto desconocido. 

 —La gente cambia, madura y todas esas cosas. No me importa la opinión de nadie. 

 — ¿Quién eres?— fije mi vista en su rostro. —Mírame. 

Sus ojos oscuros se encontraron con los míos y sin explicación sentí algo conocido, algo ya vivido, un choque eléctrico recorrió mi cuerpo ¿lo conozco de antes? Nico se quedo petrificado ¿habrá sentido algo parecido? Su rostro es tan inexpresivo y sé que yo ya dije todo. A lo mejor lo que le asusta es como lo estoy viendo.  No se cuanto tiempo pasó. ¿Fue algo muy rápido? Seguro unos pequeños segundos en que nuestros ojos no se perdían de vista, con detalle el color de nuestros ojos... eran tan oscuros que pareciera te pudiera tragar ese hoyo negro, un abismo sin fin; profundo, peligroso.

— ¡Chicos!— Percy llega. La conexión que nuestras miradas tuvieron es rota y Nico es absorbido por Jackson —Habrá algo así como una competencia de nado, informal, hoy en la tarde. ¿Irán a apoyarme? 

 —Tal vez— la voz de diAngelo cambia al hablar con Percy. 

 —Con eso basta— se aleja para ir con su querida Annabeth. 

Buscando una... segnaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora