Capítulo 29

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¿No les pasa que aveces solo quieren estar en su cama viendo el techo sin tener que hacer algo mas?
Me refiero a estar solos, sumergidos en su mar de pensamientos que vienen y van sin sesar mientras tu solo tratas de analizarlos y darles mil y una vuelta para así entenderlos. Bueno, exactamente así había amanecido yo este día.

Habían pasado ya sesenta y dos horas desde que habíamos salido de vacaciones en la universidad y de que ashton irwin había amenazado con secuestrarme. Sin embargo, no fue así. Creo que termino dejando las cosas como estaban por nuestro bien. Él sabía perfectamente lo mucho que me iba a enojar si intentaba hacer algo como eso y obvio traería consecuencias a la estabilidad de nuestra relación. No obstante, ellos ya estaban en California y no, no me había enterado porque mi querido novio me habia avisado. De hecho ni un mensaje de "buenos días" me había enviado desde ese día. Las chicas fueron quienes me contaron.

Por otra parte, mi familia no podía estar mas feliz por tenerme con ellos y yo no podía estar más feliz de estar en casa. Los chistes con carencia de humor provenientes de papá, los mimos de mamá, las quejas de max al no poder ganar un partido en su xbox, incluso los ladridos fuera de lugar de scott, todo eso me hacia sentir completa. En mi ambiente.

Claro que, mentiría si dijera que estando aquí vivo feliz 24/7. La verdad es que trato de ser fuerte. Mantenerme firme para no llorar al notar que los vómitos de mi hermano ahora son mas constantes, que su cabello poco a poco ha ido desapareciendo, que ahora depende mas que nunca de su carrito de oxígeno. Además, justo anoche pude escuchar a papá gritar alterado pues el dinero ya no es suficiente para todos los gastos mientras que mamá hacia su mejor esfuerzo por calmarlo.

¿Que puedo hacer yo ante esta situación? Debía ayudar. Pero, ¿de que manera?

Una lágrima sola corrió por mi mejilla y un leve sollozo se escapo de mis labios. Ellos estan pasandola mal mientras yo estoy de lo mas tranquila en la universidad. ¿Como pude no darme cuenta antes? ¿como pude ser tan inconsciente?.

Necesitaba un trabajo.

Esa era la manera más factible que tenia para así poder aportar algo a casa. Quizás no sea mucho lo que puedan pagarme, pero unos centavos son absolutamente mejor que nada.

Toda esta situación me tenía abrumada y aunque mi familia tratara de parecer estar bien, no lo estaban. De cien por ciento un setenta estaba mal.

Sin darme cuenta, ya no podía ver muy bien el techo con los stickers fluorescentes sobre mi, pues mis ojos estaban inundados de lágrimas. Necesitaba un abrazo, quería hablar con alguien, y ese "alguien" tiene nombre y apellido pero por cosas de orgullo no se había molestado en escribirme los últimos días.

- ¡Maldito irwin, te necesito! - exclamé demasiado alto, logrando así llamar la atención de mi madre que al parecer estaba cerca y al escucharme dio dos toques a mi puerta.

- ¿Esta todo bien, cariño? - preguntó desde el otro lado de la puerta, en el pasillo.

No, nada lo esta y tu lo sabes.

- Si, todo bien mamá.

- Okay, te espero abajo para desayunar. - indicó y quise gritarle que no, que no tenia ganas de comer, ni de levantarme, ni de nada. Pero mis ánimos eran tan pocos que mis labios se abrieron demasiado lento y palabras no salieron de ellos.

Suspire y limpie mis lágrimas, luego me levanté quedando sentada en modo de indio sobre la cama y mis ojos inmediatamente fueron a dar en el libro que estuve leyendo la noche anterior. Hush hush. La historia del ángel caído y la chica pelirroja que se enamora de él sin importar a lo que esto conlleva.

Después de todo nora y yo no somos muy diferentes. También me gusta un chico malo pero a diferencia de patch - hazme tuya - cipriano que siempre esta para su Ángel, ashton me había olvidado. O eso creía.

Dammit! | Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora